DUNEDIN, Florida — José Bautista no percibe la necesidad de enfrascarse en un estira y afloja con los Azulejos sobre su futuro contrato.
El toletero dominicano dijo el lunes que ha dejado claro ante Toronto lo que se requeriría para seguir en el equipo, y espera una respuesta. Bautista comienza el último año de su contrato.
A sus 35 años, el jardinero viene de una campaña en la que sonó 40 jonrones y ayudó a que los Azulejos conquistaran el título de la División Este de la Liga Americana, para clasificarse a los playoffs, instancia en la que no aparecían desde 1993.
«No pienso que deba haber negociación alguna. Creo que he demostrado quién soy. Me han hecho la pregunta de qué se requiere y yo les he dado la respuesta», comentó Bautista. «No voy a sentarme aquí y a intentar una negociación por un par de dólares».
Con una camiseta que decía «mi hogar es Toronto», Bautista habló con los reporteros el lunes, durante unos 15 minutos, después de que los Azulejos realizaron su primera práctica oficial con lanzadores y receptores.
No resultó extraño que Bautista acaparara la atención durante la jornada. Toronto es un equipo que tiene todavía en el bateo su piedra angular. Bautista, Josh Donaldson, Edwin Encarnación y Troy Tulowitzki guiaron a los Azulejos hasta la Serie de Campeonato de la Liga Americana el año pasado.
Los dominicanos Bautista y Encarnación están en el último año de sus respectivos convenios. Bautista dijo que el equipo se enteró hace un par de semanas acerca del acuerdo que el toletero desea. Añadió que su agente se ha involucrado en el proceso.
«No quiero que esto se interprete como que hubo una postura inflexible, en la que yo dicté las reglas y puse los límites», aclaró sin embargo. «Ellos me hicieron una pregunta y yo les di la respuesta».
Ross Atkins, el gerente general de Toronto, hablaría con la prensa esta misma semana. Se le contrató para trabajar con el presidente del club Mark Shapiro, después de que el gerente general Alex Anthopoulos abandonó la organización en el receso entre campañas.
Bautista aseguró que no tiene sino elogios para lo que han hecho Shapiro y Atkins hasta ahora, pese a que su propio futuro sea incierto.
«Pienso que ellos saben y entienden las cosas que dije, y están de acuerdo conmigo. Sólo es cuestión de si ellos quieren ir ahí», señaló. «Y no son necesariamente sólo Ross y Mark. No puedo decir eso, no lo sé. Algunas de esas decisiones en un contrato del tamaño que yo les propuse tienen que llegar de los dueños».
El club es propiedad de la empresa de telefonía y medios Rogers Communications.
«En una compañía que cotiza en los mercados de valores, todos pueden rastrear su desempeño con bastante facilidad. Nada es un secreto. Todo es público», explicó Bautista. «Los precios de las acciones son monitorizados muy de cerca por todo el mundo financiero, y pienso que hay una correlación directa con el éxito de sus ganancias por acción después de que comenzamos a tener éxito. ¿Van ellos a publicar esto en los medios y a decir que debido a los Azulejos ganamos todo este dinero? No, pero todos pueden leer entre líneas».
El quisqueyano devengó 64 millones de dólares en los últimos cinco años, y los Azulejos ejercieron su opción para renovarle el convenio durante 2016 a cambio de 14 millones de dólares. Bautista opinó que su desempeño ha sido superior al de ese contrato, y desestimó la idea de aceptar un descuento para seguir en la ciudad.
«Eso no existe, no en mi mundo», advirtió. «En mi opinión, yo le he dado ya un descuento durante cinco años a esta organización».
Bautista firmó su contrato de largo plazo en 2011, cuando venía de una campaña de 54 cuadrangulares. Ha promediado 35 vuelacercas por año desde entonces.
El agente de Encarnación ha dicho que su cliente pondrá fin a las negociaciones una vez que inicie la temporada regular.
Bautista no ha afirmado algo semejante, pero parece inclinarse por dejarle la decisión a la gerencia.
«No quiero desperdiciar su tiempo ni sus esfuerzos, a fin de que ellos comiencen a planificar. Y si eso no va a ocurrir, tienen tiempo suficiente para hacerlo», indicó. «Ellos me preguntaron hace un par de semanas, yo les dije y eso es todo. No hay negociación. Les dije lo que quiero. Y ellos lo cumplirán o pasará lo que tenga que pasar».