Por Bernab茅 Lagrule
Soy coach, pero antes que eso, soy hijo. Crec铆 viendo la fuerza, el sacrificio y el amor inquebrantable de una mujer que me ense帽贸 con su ejemplo lo que significa ser valiente: mi madre, Andrea Lagrule.

Ella no solo me dio la vida, sino que con cada paso, con cada lecci贸n, me mostr贸 lo que es la resiliencia. La vi luchar sin excusas, amar sin medida a sus hijos y avanzar sin miedo, incluso cuando el camino no era f谩cil. Su determinaci贸n, su fe inquebrantable y su entrega absoluta me hicieron entender que las mujeres no solo sostienen familias, sino que construyen el mundo con cada sacrificio que hacen en silencio.
Hoy, desde mi rol como coach y como hombre que ha sido testigo de la grandeza de tantas mujeres, quiero hablarte a ti, que me est谩s leyendo.
T煤 tambi茅n eres fuerza. T煤 tambi茅n llevas dentro ese poder que a veces el mundo ha tratado de minimizar. No importa si en alg煤n momento te hicieron creer que no eras suficiente, que tu voz no era importante o que tus sue帽os eran demasiado grandes. Te digo con toda certeza: el mundo necesita m谩s mujeres como t煤, mujeres que se atrevan, que se levanten, que se reconozcan poderosas.
Si alguna vez dudaste de ti, si alguna vez pensaste en rendirte, quiero que recuerdes esto: has venido al mundo con un prop贸sito. No est谩s aqu铆 solo para existir, est谩s aqu铆 para impactar, para inspirar, para transformar.
No esperes el momento perfecto, no esperes permiso. Este es tu momento. Empieza a reclamar lo que es tuyo, a caminar con determinaci贸n, a entender que no hay l铆mites para lo que puedes lograr.
A cada mujer que lucha, que ama, que da sin esperar nada a cambio, que sue帽a con un mundo mejor para ella y para los suyos, quiero decirle GRACIAS. Gracias por sostener el mundo, por ser el alma de las familias, por demostrar cada d铆a que no hay fuerza m谩s grande que la de una mujer para sostener el universo.