MEDELLIN, Colombia. Un avión chárter con 81 personas a bordo, entre las que había jugadores de un equipo brasileño de primera división que viajaba a Colombia para la final de la Copa Sudamericana, se estrelló cerca de Medellín causando 76 muertos, dijeron el martes funcionarios colombianos. Cinco personas sobrevivieron.
El avión, un British Aerospace 146 para trayectos cortos operado por la aerolínea boliviana LaMia, declaró una emergencia a las 22:00 horas del lunes (0300 GMT) por un fallo eléctrico, dijeron autoridades de aviación.
La aeronave, que partió desde Santa Cruz, en Bolivia, trasladaba al Chapecoense al aeropuerto internacional José María Córdova, en Medellín.
El equipo, originario del sur de Brasil y que había iniciado su viaje en Sao Paulo, iba a jugar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional el miércoles en la ciudad colombiana.
No estuvo claro de inmediato si el plantel cambió de avión en Bolivia o hizo una escala en la misma aeronave.
“Lo que iba ser una fiesta terminó siendo una tragedia”, dijo el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, desde el centro de mando de la operación de búsqueda y rescate.
En un breve comunicado publicado en su página de Facebook, el club dijo: “Que Dios esté con nuestros atletas, dirigentes, periodistas y demás invitados que están con la delegación”.
Brasil y la CONMEBOL, confederación sudamericana de fútbol, ofrecieron sus condolencias a toda la comunidad de Chapeco. La CONMEBOL explicó que el presidente del ente, Luis Domínguez, estaba viajando a Medellín. Todas las actividades fueron suspendidas hasta nuevo aviso, agregó.
Elkin Ospina, alcalde de La Ceja, una localidad próxima a la zona del siniestro, explicó que los rescatistas que trabajaron durante la noche se animaron tras sacar a tres pasajeros con vida de entre los escombros.
Autoridades y rescatistas fueron alertados de inmediato, pero un helicóptero de la fuerza aérea tuvo que regresar por la escasa visibilidad. Las fuertes precipitaciones en la zona complican la búsqueda nocturna y se pidió a periodistas que se mantengan alejados de la zona cero del choque y de las carreteras para facilitar el acceso de ambulancias y equipos de emergencia.
La televisora local emitió imágenes de ambulancias que trasladaron a tres hombres a un hospital en camillas, cubiertos con mantas y con un gotero intravenoso. Todos parecían estar vivos y se reportó que uno de ellos era el defensa del Chapecoense Alan Ruschel.
A bordo de la aeronave viajaban 72 pasajeros y 9 miembros de la tripulación. La radio local dijo que el mismo avión trasladó a la selección de Argentina a Brasil para un juego antes este mes y antes llevó a la de Venezuela.
British Aerospace, que ahora opera con el nombre BAE Systems, dijo que el primer 146 despegó en 1981. Según la empresa, hasta noviembre de 2013 se construyeron menos de 400 ejemplares —incluyendo su predecesor Avro RJ — en Gran Bretaña. Alrededor de 220 siguen en activo con diversas funciones, incluyendo lucha contra incendios y servicios nocturnos de mercancías, agregó.
Un video publicado en la página de Facebook del Chapecoense mostraba al equipo preparándose para tomar el vuelo antes el lunes en el aeropuerto internacional Guarulhos de Sao Paulo.
El club de la pequeña ciudad brasileña de Chapeco ascendió a la primera división del futbol brasileño en 2014 por primera vez desde la década de 1970. La semana pasada se clasificó para la final de la Copa Sudamericana — el equivalente a la Liga Europa de la UEFA— tras derrotar en el camino al San Lorenzo y a Independiente, ambos argentinos, y al Junior de Barranquilla, en Colombia.
El equipo es tan humilde que su estadio, con capacidad para 22.000 personas, fue descartado por los organizadores del torneo por ser demasiado pequeño para la final, que se trasladó a 480 kilómetros (300 millas) al norte a la ciudad de Curitiba.
“El Chapecoense es el mayor motivo de alegría en la ciudad”, señaló el vicepresidente del club, Ivan Tozzo, a la televisora brasileña SporTV. “Hay mucha gente llorando en nuestra ciudad”.