Concienciar para salvar vidas: el poder del diagnóstico temprano y el acceso a terapias innovadoras
Cada año, el 8 de mayo se convierte en un llamado global a la acción. En esta fecha se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Ovario, una enfermedad que silenciosamente afecta a más de 300,000 mujeres en el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (2022), y que, debido a su diagnóstico tardío, sigue cobrando vidas de forma alarmante.
Este tipo de cáncer representa un reto particular para la medicina moderna, tanto por la dificultad de su detección temprana como por la urgencia de ofrecer tratamientos más accesibles y eficaces. En países como República Dominicana, la estadística es especialmente preocupante: en 2022 se reportaron al menos 167 nuevos casos, y más del 60% de las pacientes falleció por falta de diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado.
Una enfermedad silenciosa y letal
El cáncer de ovario es conocido como “el asesino silencioso”. Sus síntomas, como hinchazón abdominal, dolor pélvico, fatiga persistente y cambios digestivos, suelen confundirse con afecciones menores o pasajeras. Esto provoca que más del 70% de los casos se diagnostiquen en etapas avanzadas (estadios III o IV), cuando el cáncer ya se ha diseminado más allá de los ovarios y las posibilidades de supervivencia disminuyen drásticamente.
Según datos clínicos, entre los factores de riesgo más relevantes se encuentran la edad avanzada, antecedentes familiares o mutaciones genéticas como BRCA1 y BRCA2, la endometriosis y la obesidad. Aunque existen herramientas de detección como la ecografía transvaginal o la prueba del biomarcador CA-125, ninguna garantiza una detección temprana infalible. Por ello, la educación médica continua y el monitoreo constante en mujeres con factores de riesgo son vitales.
GSK: ciencia al servicio de la salud femenina
En este contexto, la farmacéutica GSK ha asumido un rol protagónico en la lucha contra esta enfermedad. Como parte de su compromiso con la salud de las mujeres, impulsa el desarrollo de tratamientos innovadores como los inhibidores PARP, terapias dirigidas que ayudan a frenar el crecimiento de células cancerígenas. Estas soluciones, combinadas con cirugía y quimioterapia, están revolucionando el tratamiento del cáncer de ovario, mejorando tanto la supervivencia como la calidad de vida de las pacientes.
“Cada acción que tomamos hoy puede salvar una vida mañana”, señaló Jordana Zalcman, Gerente Médico de GSK para Centroamérica y el Caribe, quien destacó la importancia de una estrategia integral que combine educación, prevención, acceso equitativo y tecnologías médicas de vanguardia.
Más allá de las cifras: una lucha colectiva
La batalla contra el cáncer de ovario no puede librarse desde una sola trinchera. Es necesario el compromiso de gobiernos, sistemas de salud, organizaciones médicas y la sociedad civil para garantizar que toda mujer, sin importar su condición económica o lugar de residencia, tenga acceso a diagnósticos precisos y tratamientos efectivos.

Además, es urgente implementar políticas públicas de salud inclusivas, aumentar la inversión en campañas educativas y fortalecer la capacitación del personal médico para enfrentar este tipo de cáncer con mayor preparación.
Un futuro con esperanza
El 8 de mayo no es solo una fecha conmemorativa: es una oportunidad para renovar el compromiso con las mujeres del mundo. Porque concienciar, informar y actuar puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Desde la ciencia, la medicina y la empatía, el cáncer de ovario puede dejar de ser una sentencia para convertirse en un desafío superable. Pero para lograrlo, el primer paso es el conocimiento.