La Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), desde su Facultad de Ciencias Religiosas, pone a disposición del Estado dominicano consideraciones luego de la realización del 2do Congreso Nacional De Ecología y Conciencia Ciudadana.
En el pensamiento del Papa Francisco, se ha introducido la reflexión sobre “el pecado ecológico”, inserido en una de las cuatro dimensiones que considera de urgente conversión: pastoral, cultural, ecológica y sinodal.
Con esta iniciativa, La UCSD se coloca en los caminos de la nueva evangelización, que exige visión integral y creyente de la realidad, pues todo converge en nuestra casa común, donde se importantiza, por su esencia e identidad, el agua, indispensable para la vida y el sustento de ecosistemas terrestres y acuáticos.
El objetivo central del congreso fue “Recuperar la identidad del agua como elemento vital, para unificar la visión de nación, en su gestión sostenible, a fin de favorecer la ecología integral en República Dominicana”.
La magnitud de la actual crisis planteada por los diversos panelistas en torno al agua exige, actuación comunitaria, haciendo lo “imposible” frente al problema, para que todos en la República Dominicana contemos con agua limpia y sus demás usos productivos de forma sostenible.
Como resultados de estas ponencias y discusiones, han surgido las siguientes recomendaciones para el gobierno dominicano:
1. Recuperar la identidad de la ciudadanía con el agua para unificar una visión país.
2. Desarrollar acciones de concientización para velar, actuar, promover el cuidado del recurso hídrico, en vista a la preservación de la calidad de vida poblacional y sus futuras generaciones.
3. Priorizar la solución de los problemas de inseguridad hídrica, del agua potable, y el saneamiento, de alcantarillados sanitarios y pluviales, de contaminación, erosión de los suelos y disposición final de los residuos sólidos.
4. Hacer valer el principio del agua y su saneamiento como un derecho humano fundamental, que determina la sobrevivencia de las personas, siendo fuente de los demás derechos humanos. Es además, asunto de carácter ético, indispensable para la vida y del correcto uso del agua potable en los acueductos del país, aún muy limitado, pues no llega a todos en igualdad de cantidad, calidad, presión, continuidad, etc. Exigimos se cumpla la asimetría que debe darse entre la oferta de agua y el saneamiento.
5. Se requiere comprender que la visión común está asociada al cambio del status donde predomine lo institucional, con separación de roles, para evitar ser juez y parte, tanto en la gestión del agua como recurso y en la gestión del agua –saneamiento como servicio; donde puedan participar todos los sectores de la sociedad, en forma transparente y equitativa para garantizar la sostenibilidad.
6. Requerimos mejorar los niveles de ineficiencia en la distribución y aprovechamiento para sus diferentes usos, como resultado de infraestructuras poco eficientes, limitada capacidad de almacenamiento y buena gobernanza de los Recursos Hídricos.
7. Instamos a las entidades políticas a la aprobación, cuanto antes, y aplicación de una nueva Arquitectura Institucional, como instrumento para el bien común, que permita actuar sin temor frente a intereses particulares para proteger nuestras cuencas acuíferas.
8. Recomendamos asumir con seriedad los escenarios de variaciones climáticas –eventos adversos- que probablemente impactarán el ámbito económico, social, político, y que obligan a tomar medidas para reducir la vulnerabilidad del país en los diferentes renglones, donde interviene el agua tanto en cobertura, cantidad y calidad para los diferentes usos.
9. Aplicar una política económica de bajo contenido de carbono y de economía azul.
10. Mejorar la gestión, el manejo y el desarrollo de los recursos hídricos que inciden directamente en el cumplimiento de las metas del objetivo número 6 de Agua Limpia, y Saneamiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles para “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”.
11.Unificar la visión para la gestión integral del agua , como eje para el desarrollo sostenible en el espacio común de nuestra isla.
12. Recomendamos también al gobierno enfocarse de forma más responsable en el cumplimiento de la meta 6.3, la cual requiere para el 2030, mejorar la calidad del agua, mediante la reducción de la contaminación, la eliminación del vertimiento y la reducción de la descarga de materiales y productos químicos peligrosos, la reducción a la mitad del porcentaje de aguas residuales sin tratar, y un aumento sustancial del reciclado y el reuso del agua en condiciones de seguridad a nivel nacional.
13. Tomar conciencia de que los avances que se realicen en la meta 6.3, agua y saneamiento, inciden también en el logro de los demás ODS, sobre todo en los temas de disminuir la pobreza, mejorar salud y bienestar, energía asequible y limpia, la vida submarina, ciudades y comunidades sostenibles y vida en la tierra, así que es una condición indispensable para el cumplimiento, como país, de todas las metas de los ODS.
14. Desarrollar el componente cultural del agua en la enseñanza básica del país y educación superior (proceso de integración en los textos educativos –pensum).
15. Garantizar el acceso al agua potable a toda la población, especialmente a las zonas más vulnerables.
16. Construcción de un futuro responsable para el agua. Que se den respuestas institucionales al problema del agua como recurso y la seguridad hídrica a nivel nacional.
17. Supervisar, monitorear el ahorro del agua y protección de la calidad evitando la contaminación y aplicando sanciones contra los crímenes que afectan al recurso más preciado que es el agua.
18. Declarar de urgencia la Estrategia Nacional de la Gestión Integral del Agua, la gestión y gobernanza del agua por cuenca. El agua como eje estratégico del desarrollo sustentable. Los componentes principales de la Ley de Agua como recurso y la Ley APS (Agua Potable y Saneamiento actualizada). Ley 247-12, la separación de roles: Rectoría, Autoridad del Agua Regulación. Prestadores de servicios y usuarios. Seguridad hídrica. Análisis de riesgos. Infraestructura hidráulica Sanitaria. El suelo como recurso. La aprobación de la ley de residuos sólidos. Mayor inversión del Estado en Agua y saneamiento incluso en vista al cumplimiento de los ODS.
19. Que los partidos políticos asuman el tema del agua y del saneamiento en sus programas y propuestas de campaña, a nivel nacional y municipal.
20. Que el agua pague el agua, si produce renta.
21. Que el MEPyD concluya, con urgencia, el proceso de reforma y modernización del sector agua con el objetivo de poner en vigencia las metas y objetivos de la Estrategia Nacional de Desarrollo y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el bienestar de toda la población, de forma especial las/los más excluidos y vulnerables (zonas fronterizas, bateyanas, barrios periféricos de las principales ciudades).
22. Exigir un financiamiento del gobierno para reducir los efectos de gases invernaderos.
23. Mejorar con urgencia el drenaje pluvial (por el mosquito AE) y el manejo de la basura –contaminación ambiental.
24. Cuidar la calidad del agua de los 97 Ríos mayores y en todos los arroyos y fuentes menores.
25. Exigimos la aprobación de un marco jurídico actualizado para la Gestión integral del Agua, teniendo en cuenta el marco de la Encíclica Laudato si.