Son varias las razones por las que cada día más mujeres se suman al boom de las uñas acrílicas.
Una de las razones más comunes es en definitiva el estar a la moda. Quizás por el hecho de llevar el estilo de muchas celebridades, como es el caso de Cardi B, Rosalía, entre otras.
Sin embargo, no todo es color de rosa. Puede que las uñas se vean perfectas, sin embargo, al colocarnos ese material, nos exponemos a múltiples peligros que debemos tomar en cuenta.
Entendemos que las uñas acrílicas arreglan las imperfecciones y permiten tener una apariencia ideal. También se eligen para poder pintarse o agregar diseños de todo tipo, que quizás con las uñas naturales no pueden si están demasiado cortas o de forma irregular.
Uñas artificiales.
Podemos pensar que se trata de algo inofensivo, pero tanto su colocación como su uso pueden provocar diferentes problemas.
Agentes químicos
Los componentes químicos empleados —resinas o formaldehídos, entre otros— pueden provocar inflamación, separación de la uña verdadera de la piel, ardor, dolor, alergias y otras complicaciones severas.
En ese sentido, debemos decir que existen casos de mujeres que han perdido completamente sus uñas naturales y destruido la matriz. Si esto último sucede, no vuelven a crecer las uñas nunca.
Gases tóxicos
Si el establecimiento donde te ponen las uñas no está bien ventilado, es probable que inhales gases tóxicos o irritantes. A su vez, algunos salones no profesionales utilizan una sustancia llamada metacrilato de metilo para pegar las uñas. Este compuesto causa daños graves a los pulmones, por inhalación, y a los dedos, por el contacto directo con la piel.
Higiene
No siempre los centros de estética esterilizan o limpian los instrumentos y materiales empleados una vez que terminan de aplicar las uñas. Es decir, que la siguiente clienta se puede contagiar de cualquier enfermedad —por ejemplo, hongos— que tuviera la clienta anterior.
Presta atención a las esteticistas que no usan guantes de látex o plásticos. Si tenemos algún corte o una herida en las manos, será el lugar “ideal” para todo tipo de enfermedades de diverso calibre que se contagian por contacto.
Por otra parte, no debes permitir que las cutículas sean recortadas o empujadas hacia atrás. No olvides que son una barrera natural para evitar el paso de infecciones y microorganismos dañinos.
En conclusión, las consecuencias de la aplicación de las uñas artificiales no terminan cuando salimos del salón de belleza, aunque se trate de un establecimiento de buena reputación y con personal cualificado. Entre los efectos adversos más comunes, encontramos los siguientes:
Golpes
Como las uñas de acrílico son totalmente rígidas, podemos padecer onicólisis ante cualquier golpe, por leve que sea. Esto quiere decir que se desprenderá la uña de plástico y, al mismo tiempo, arrancará la nuestra. Sin duda, es algo muy doloroso y tarda mucho tiempo en volver a crecer.
“Imagino que a muchas saben lo que eso duele”.
Infecciones
El riesgo de infección es mucho mayor que con las uñas naturales. Si queda algo de espacio entre estas y las acrílicas, podrían acumularse bacterias y todo tipo de microorganismos que provocan enfermedades.
Alergias
Otro de los riesgos son las reacciones alérgicas. Estas están a la orden del día cuando nos ponemos estas uñas. Todo es debido a los ingredientes plásticos y tóxicos que llevan en su composición. Como consecuencia, podemos padecer dedos enrojecidos, hinchados y con mucho picor.
Por todo lo anterior te recomiendo que antes de colocar acrílico en tus unas, busques ayuda de esmaltes endurecedores y tratamientos especiales para el crecimiento de las uñas. Por lo regular cuestan menos que “un retoque” o una “pintada de uñas”, y suelen ser súper efectivos para lucir uñas largas, hermosas y fuertes.
Aquí te recomiendo el que uso de manera regular es económico y excelente! Tratamiento curativo de uñas Boe .