La cebolla es conocida en la cocina dominicana y del resto del mundo, por aportar sabor a los distintos platos de la gastronomía criolla. ¿Alguien concibe cocinar sin cebolla? Muy difícil.
La cebolla es rica en vitaminas A y C. Gracias a sus compuestos ricos en azufre, es ideal para el tratamiento de bronquitis, catarro y resfriado común.
Las cebollas han sido valoradas durante mucho tiempo por contar con una serie de beneficios para la salud, entre los que se encuentran las propiedades antiplaquetarias y antitrombóticas.
En el portal Holadoctor.com encontramos algunas razones para incluir cebolla en la dieta diaria.
Protege el corazón
Es uno de los más poderosos cardioprotectores que existen en la naturaleza. La presencia de la enzima alinasa y de sulfuros que tienen la característica de adelgazar la sangre, ayudan a reducir los niveles de colesterol “malo”, mantiene la elasticidad de las arterias y limpia la grasa. Un estudio de la Universidad de Pennsylvania asegura que comer una cebolla mediana al día reduce el riesgo cardiovascular y el colesterol en un 15%.
Es un excelente diurético
Un alimento con virtudes diuréticas es aquel que mejora y facilita la excreción de orina. Un estudio científico del Journal of Medicinal Food comprobó las capacidades de la cebolla para activar eficientemente la función de los riñones y facilitar la eliminación de líquidos en el cuerpo.
Puede prevenir el cáncer
Un grupo de científicos de la Universidad Autónoma de Madrid descubrió que la piel externa de la cebolla es rica en un conjunto de sustancias que ayudan a prevenir el cáncer. Los compuestos azufrados, la quercetina y el selenio resultarían útiles en la prevención del cáncer por sus efectos antioxidantes.
Una aliada contra la diabetes
La cebolla es rica en glucoquinina, una sustancia que disminuye el nivel de azúcar en la sangre. Según Juan T. Copán autor del libro La salud por el ajo y la cebolla, el consumo habitual de cebolla fresca reduce los niveles de azúcar en la sangre y estimula la segregación del jugo pancreático, es decir, que ayuda a eliminar los tóxicos de los azúcares.
Favorece la digestión
La quinina que contiene la cebolla estimula el hígado, la vesícula, el páncreas y favorece las funciones del estómago, además, tiene un efecto neutralizador de los ácidos y activa la secreción de los jugos gástricos que favorecen la salud de la flora intestinal. La cebolla cocida tiene propiedades laxantes.
Fortalece las defensas
La cebolla es rica en compuestos azufrados que forman parte de su aceite esencial y que son los responsables de su característico olor y sabor.
Contribuye a la producción de glóbulos rojos
El disulfuro de alilpropilo que contienen contribuye al aumento la producción de glóbulos rojos y blancos lo cual hace que se eleve la eficacia defensiva de nuestro organismo, también le otorga propiedades bactericidas y fungicidas que ayudan a eliminar muchos virus y evitar su desarrollo.