La Naciones Unidas, ONU, a pesar de la pandemia COVID 19 ha seguido trabajando día y noche de manera virtual y en el campo de batalla con la Organización Mundial de la Salud, OMS, en aras de lograr controlar la pandemia y buscar solución de una vacuna en contra del virus. Esta situación ha empañado en New York la celebración de la fiesta natalicia que se celebra durante los meses de septiembre y octubre con la presencia de todos los mandatarios y jefes de estado del mundo.
Ante esta realidad del COVID 19, podemos decir de manera crítica que esto representará una pérdida de más de mil (1,000) millones dólares para la ciudad de Nueva York este año durante el mes de septiembre que es emblemático desde el año 1952 inauguración del emblemático edificio más grande en ese momento en el área de la primera avenida y calle 42, esa es la realidad que nos ha tocado vivir en este año 2020. Hoy vamos a darle un recorrido tal como prometimos en el artículo anterior de la edificación más importante del mundo, el edificio de la ONU.
Esta magnífica y monumental construcción se inició el 24 de octubre de 1949 sobre los terrenos comprados en ocho millones y medio de dólares y posteriormente donados a la ciudad por John D. Rockefeller., el contrato de construcción fue otorgado a un consorcio de cuatro grandes empresas constructoras de Nueva York y diecinueve meses más tarde el conjunto quedó concluido con un costo de construcción de 65 millones de dólares, aprobado por la Asamblea General el 20 de noviembre de 1947, para financiar la obra, el Gobierno de los Estados Unidos de América concedió a las Naciones Unidas un préstamo de 65 millones de dólares sin intereses, el último pago de 1 millón de dólares se efectuó treinta y tres años más tarde en 1982.
Así mismo cuando se inauguró el edificio sede de la ONU es un maravilloso complejo de estilo arquitectónico modernista que se alza en la costa este de Manhattan a orillas del río Este de la ciudad de Nueva York y es ejemplo del estilo arquitectónico modernista internacional y el primer monumento de la posguerra, el rascacielos con una altura de 154 M (505 pi), de 39 plantas y una superficie 82,272 m2, cuenta con 20 ascensores, las caras exteriores del edificio del Secretariado, de 167,6 m de altura, se construyeron empleando exclusivamente aluminio, vidrio y mármol.
Las convenciones de la época no lograron acabar con las amplias áreas de vidrio tintado en color verde, en contraposición, las fachadas Norte y Sur del edificio, carentes de ventanas, se recubrieron con 1.814 toneladas métricas de mármol de Vermont. “Si una obra es intensa, válida y tiene una idea potente hará que las imperfecciones queden en un segundo plano”. Alberto Campo Baeza.
En 1953, veintiún países donaron muebles u ofrecieron decorar la sede de la ONU.
En consonancia con el carácter internacional de la Organización, se eligieron materiales procedentes de muchas tierras para la sede. La piedra caliza que cubre las fachadas de los edificios de la Asamblea General y la sala de conferencias se trajo de Reino Unido; el mármol, de Italia; el mobiliario y las estanterías de las oficinas, de Francia; las sillas y los tejidos, de Checoslovaquia (hoy República Checa y República Eslovaca) y Grecia; y las alfombras, de Inglaterra, Francia y Escocia. Asimismo, las mesas se adquirieron en Suiza y la madera empleada en los acabados interiores se importó de Bélgica, Canadá, Cuba, Guatemala, Filipinas, Noruega y Zaire (hoy República Democrática del Congo).
El diseño del complejo de las Naciones Unidas es el resultado del esfuerzo común de un equipo multinacional de arquitectos liderado por Wallace K. Harrison, normalmente se acepta que su elegante arquitectura es el fruto de la visión de un hombre: El Arquitecto brasileño Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho y Le Corbusier, considerado uno de los más célebres arquitectos modernistas, Niemeyer ganó fama por su uso de las formas abstractas y las curvas. Sus edificios se caracterizaban por la elegancia y la armonía, a menudo hecha realidad gracias a usos pioneros del hormigón armado. “La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte”. Leonardo Da Vinci, (1452-1519).
El edificio de la Asamblea General es una estructura inclinada con lados cóncavos, de 116 metros de longitud y 9 metros de ancho, rematada por una cúpula poco profunda que contiene lámparas para iluminar el interior del salón y tiene capacidad para 193 delegaciones cabe hacer mención que cada delegación tiene seis asientos. Estos 1.321 asientos ocupan el suelo de la sala, así como tres niveles de gradas superiores.
Un balcón aloja también 53 asientos para medios de comunicación y 280 para público. En dos niveles sótano del edificio se encuentra una gran sala de conferencias con 623 asientos en el área de los delegados, 44 para la prensa y 166 para el público. También se encuentran en estos sótanos otras cuatro salas de conferencias más pequeñas, estudios de radio y televisión, así como el centro de comunicaciones central del complejo.
Para el público existe un área con la librería oficial de la ONU, una tienda de suvenires y una cafetería. El edificio de Conferencias conecta los edificios de la Asamblea General y de la Secretaría, se extiende 121 metros a lo largo del río y está bordeado por el express way Franklin D. Roosevelt Drive, o «FDR», como se conoce en NY, en su estrecho piso superior (el cuarto) se ubica el comedor de los delegados, comedores privados, un café del personal y una cocina. “Damos forma a nuestros edificios y después nuestros edificios nos dan forma a nosotros”. Winston Churchill.
En los pisos segundo y tercero se encuentran los tres Salones de los Consejos, cada uno de los cuales mide 21 metros de ancho, 41 metros de largo y 7 metros de alto. La Biblioteca Dag Hammarskjöld está ubicada en la esquina sur oeste del complejo de las Naciones Unidas y está conectada con el edificio de la Secretaría, fue inaugurada el 16 de noviembre de 1961 en honor del fallecido Secretario General, el edificio fue erigido para satisfacer la demanda cada vez mayor de servicios de biblioteca en la Organización; su construcción se vio facilitada gracias a un regalo de 6.6 millones de dólares de la Fundación Ford.
La Biblioteca fue diseñada por la empresa Harrison, Abramovitz y Harris, arquitectos consultores de las Naciones Unidas, su estructura está construida con mármol blanco, vidrio y aluminio, mide 66.75 metros x 25.60 y consta de seis pisos, tres en la superficie y tres bajo tierra. En esta excelente biblioteca los diplomáticos podemos realizar nuestras investigaciones, porque la misma aglutina todo el material didáctico de las Naciones Unidas, como también de los países miembros. “Las buenas ideas vienen de todas partes. Es más importante reconocer una buena idea que crearla”. –Jeanne Gang.
En los jardines que rodean los edificios de las Naciones Unidas en Nueva York, hay una buena colección de monumentos: la estatua de bronce del ruso Eugeny Vuchetich «Convirtamos las espadas en arados», el revólver con el cañón anudado (No violence) escultura de Karl Fredrik Reutersward, cedido por Luxemburgo, el bronce dorado de Henry Moore, y la famosa Campana de la Paz fabricada con monedas fundidas de 60 naciones y donada por Japón en 1954.
Frente al edificio de la Secretaría se ubica una fuente circular que fue construida con un regalo de 50,000 dólares reunidos por niños y niñas de los Estados Unidos. Una escultura de bronce en memoria del fallecido Secretario General Dag Hammarskjöld fue colocada al borde de la fuente en 1964. La escultura abstracta, titulada “Single Form”, mide cerca de 6 metros de alto y está colocada sobre un pedestal de granito. En fin este edificio como en ningún otro, se reúne el mundo y discuten ideas que fluyen en el universo.
Dentro de la valla perimetral del complejo se levanta una línea de astas con todas las banderas de los 193 estados miembros de la Organización, más la bandera de las Naciones Unidas ordenadas en orden alfabético por su nombre en inglés. Desde su construcción la edificación no se ha sometido a una remodelación total, más bien parcial para adaptarse a las nuevas tecnologías y estándares de seguridad, por lo que en septiembre del 2015 fue sometido a un proyecto de renovación. Con un costo de 1,900 millones de dólares y como objetivo modernizar y transformar en un modelo ecológico este edificio, las renovaciones estaban casi completas, pero el costo había aumentado a $2.150 millones.
La demolición del edificio del jardín Norte comenzó en enero de 2016. El edificio fue reemplazado por una plaza abierta y la mayoría de sus materiales debían reciclarse. El 10 de marzo de 2020, la ONU cerró al público en general debido a la pandemia del CONV 19, por lo que la ONU espera reabrir al público en cuando se notifique la apertura al público por lo tanto se sigue trabajando virtualmente con el uso de las aplicaciones digitales y la tecnología, tomando en cuenta que en este mes de septiembre se va a celebrar la Asamblea General Anual por primera vez en los 75 años de historia de la ONU debido a pandemia del coronavirus, los líderes mundiales no viajarán a Nueva York, será virtual con la presencia de un delegado por cada misión y la presentación de los discursos de los presidentes y jefes de estado se realizará por videoconferencia o pre-grabada.
“Lo único que comparten todos los humanos es que todos habitamos la misma cantidad limitada de bienes inmuebles, que es el Planeta Tierra”. – Bjarke Ingels
Espere el próximo artículo #3 de una secuencia de cinco (5) que estamos escribiendo sobre las Naciones Unidas, trataremos de focalizar de manera ética, clara, objetiva y precisa la historia y las informaciones de la Asamblea General, tomando como parámetro mis tres libros escritos, además de dos más que tenemos en carpeta sobre la ONU, concluyó este artículo diciendo que este edificio es el museo del mundo.
Escrito por el Dr. Amín Cruz.
PHD, diplomático, periodista, historiador, educador y escritor, residente en New York.