“En el regreso de la principal competición de clubes de fútbol de Asia, más de 900 futbolistas y personal de 30 equipos jugaron un total de 76 partidos, todos disputados en múltiples sedes de la Copa Mundial de la FIFA. Constituyó el mayor evento deportivo burbuja a burbuja desde el estallido de la pandemia de COVID-19”, indicó.
Durante todos esos encuentros, la seguridad de los jugadores, oficiales, organizadores de equipos y espectadores “se mantuvo a través de una serie de medidas que incluyeron: pruebas obligatorias de COVID-19, medios de transporte seguros, desinfección regular de todas las sedes, incluidas las instalaciones de entrenamiento y medios, así como la presencia de personal sanitario en los estadios durante toda la competición”.
“Se llevaron a cabo un total de 48.323 pruebas en los partidos de la Liga de Campeones de la AFC y la Final de la Copa del Emir, lo que permitió la asistencia segura de más de 10.000 y 12.000 aficionados en cada partido final, respectivamente”, remarcó.
Por su parte, la fase inicial de grupos Oeste y Este de la Liga de Campeones de la Confederación Asiática de Fútbol, que marcó el regreso del fútbol continental a Asia, se jugó sin aficionados y ayudó a los organizadores a prepararse para la final de la Copa del Emir 2020 y la final de la Liga de Campeones de la AFC.