Las mujeres siempre han luchado por un espacio destacado en un mundo dominado por los hombres y muchas de ellas, como Altagracia Libe Medina, alcanzaron esta meta y se convirtieron en fuente de inspiración; amparadas en su profesionalismo, extraordinaria capacidad de trabajo, pasión, valentía y la perseverancia en los proyectos que emprenden.
La doctora Libe, como generalmente le llaman, es médico, especialista en Endocrinología, maestra, gremialista, conferencista, esposa y madre. En cada uno de esos roles ha brillado, porque a su inteligencia y preparación intelectual se le adicionan grandes valores humanos y morales que le han permitido dejar huellas y ser considerada una mujer emblemática.
Esta dama, muy querida en todos los ambientes donde se desenvuelve y que constituye un orgullo para los galenos, profesores, sus congéneres y todos los dominicanos, exhibe (a sus muy bien conservados 77 años de edad) una extraordinaria fortaleza física, inmensa sagacidad y coherencia mental y una disposición para el trabajo que envidian muchos que podrían ser sus hijos o nietos.
UN IMPRESIONANTE CURRÍCULUM
En un apretado resumen de su hoja de vida hay que destacar que se graduó en 1969 de doctora en Medicina la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y posee los títulos de postgrado en Endocrinología Clínica de la Universidad Complutense de Madrid (1976) y Metodología de la Investigación y Epistemología en la Primada de América (2000).
También cursó estudios del cuarto nivel en Gerencia en Salud en la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) y ocupó todos los eslabones de la carrera académica en la UASD: inició como monitora y alcanzó la categoría de profesora adjunta, coordinadora de cátedra y directora del departamento de Ciencias Fisiológicas en la facultad de la Salud.
Como forma de aprovechar su incuestionable experiencia y capacidad en el área de la Endocrinología y ante la falta de especialistas dispuestos y con las condiciones requeridas para impartir docencia, la Primera Universidad del Nuevo Mundo conserva la doctora Altagracia Libe Medina como maestra jubilada y contratada.
SU TRABAJO COMO MÉDICO
Prestó sus servicios en diferentes hospitales públicos (1969-2002) entre ellos el Juan Pablo Pina y el J. Mañon del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), en San Cristóbal; en el Salvador B. Gautier y en el Francisco Moscoso Puello, en el Distrito Nacional y en su honor designaron con su nombre el departamento de Endocrinología, el cual dirigió y donde laboró por más de 20 años.
Ejerció también en el sector privado (centro Médico doctor Betances, en Santo Domingo y en la clínica Betancourt, en San Cristóbal) y se ha mantenido actualizándose en diferentes áreas: médicas, pedagógica (incluyendo las nuevas tecnologías y la educación virtual) así como en todo lo concerniente a las reformas al sector Salud.
UNA GRAN GREMIALISTA
Es dueña de una inmensa admiración y respeto entre sus compañeros de profesión, por su participación en las justas luchas a favor de los galenos ( dentro y fuera de los cargos que ha ocupado en la junta directiva del Colegio Médico Dominicano) y por contribuir con su sapiencia y experiencia a generar espacios de comunicación e integración y a potenciar el logro de objetivos comunes.
Además, la doctora Libe ha tenido un singular protagonismo en innumerables de comisiones de trabajo encaminadas a reformar el sector salud y como representante de su gremio ante diferentes estamentos públicos privados, académicos y sociales, donde siempre ha relumbrado por la firmeza de sus posiciones y porque no claudica cuando le toca defender lo que considera correcto y justo.
EN EL DÍA DE LA MUJER, LA ENALTECEMOS
Este 8 de marzo, “Día Internacional de la Mujer» aprovechamos para enaltecer a la doctora Altagracia Libe Medina, por ser ejemplo de vida, maestra de generaciones, de ideales claros y definidos, luchadora incansable por reivindicaciones justas, enemiga de las inequidades sociales, de alma noble y gran sensibilidad humana. Sin dudas, una mujer que inspira.