PARIS.- Louis Vuitton presentó su colección Crucero 2022, una oda a las líneas geométricas, al optimismo y al color, en la pasarela gigantesca del escultor israelí Dani Karavan en Cergy-Pontoise, a las afueras de París.
Sus estilismos fueron imponentes y positivos, con modelos que desfilaron con serenidad al ritmo de una música alegre y en medio del armonioso paisaje del llamado “Axe majeur” (eje mayor), una obra monumental que alía paisajismo, escultura, urbanismo y arquitectura, construido progresivamente desde 1980.
Esta colección Crucero, nombre que reciben las creaciones de entretemporada que presentan las grandes marcas fuera de las pasarelas oficiales, estuvo cargada de abrigos “cocoon”, minivestidos en neopreno con voluminosos volantes, estampados gráficos inspirados en los años 80 y contraste de siluetas.
Las minifaldas triangulares, un clásico dentro de Louis Vuitton desde que el francés Nicolas Ghesquière se puso al frente del diseño, se combinan con cazadoras bombeadas y blusas con mangas de volante.
Las plumas de colores decoran mangas y los bajos de una falda y aportan un toque extravagante que contrasta con las renovadas chaquetas militares con pantalones tipo cargo y botas de piel.
Blanco, negro, rojo y verde fueron los protagonistas de una línea presentada en esa inmensa pasarela roja con vistas a un parque y, muy al fondo, la ciudad de París.
El estilo futurista de Ghesquière se vio en sus botas de colores, como recién salidas de una exploración espacial, y en esa estética andrógina que defiende el francés en sus creaciones.
Para el diseñador, estos estilismos representan la armonía entre un mundo cercano y uno lejano, “sin fronteras y abierto a la aventura”, destacó la firma en un comunicado.
“No se necesita nada más que el pasaporte más hermoso: la creación. Como siempre, sin costes e ilimitado”, añadió.
El desfile, retransmitido en directo en las redes sociales, sirve de aperitivo a los seguidores de la industria, que seguirán a partir del próximo martes la Semana de la Moda Hombre de París, si bien la gran mayoría de presentaciones, entre ellas la de Vuitton, serán aún virtuales.
La semana del 5 de julio, la Alta Costura, en cambio, dejará más espacio a los desfiles presenciales, después de un año de moda marcado por las pasarelas digitales debido a la pandemia.