El Abelmoschus esculentus, conocido por los dominicanos como molondrón, por los estadounidenses como okra, y como quimbombó en Cuba y Venezuela, es una hortaliza, originaria de África, de características nutritivas, ligeras y refrescantes, la ubican en una excelente posición y opción para el consumo en la cadena alimenticia.
A pesar de sus propiedades, no es del agrado de muchas personas, debido a que al cocerse asume una textura glutinosa, que a muchos desagrada.
Sin embargo esta consistencia viscosa o babosa que caracteriza al molondrón es una de sus principales propiedades, porque es la que permite elaborar salsas y guisos más espesos, pero lo más fundamental es que beneficia la digestión.
El molondrón es bajo en calorías, contiene fibras, protege la mucosa digestiva y beneficia las paredes intestinales; pertenece a la misma familia del algodón y el malvavisco.
Este vegetal, originario de África, y traído a América por los esclavos, permite la elaboración de exquisitas recetas.
Aparece en la dieta hindú, árabe, china y, por supuesto, la dominicana. Se pueden preparar con molondrones frescas ensaladas, sopas, guisos, combinados con carnes, embutidos, con arroz, tipo locrio o simplemente hervidos con sal, limón y aceite de oliva.
Además de su versatilidad, su bajo costo lo convierten en un excelente aliado para las amas de casa.