La Academia Dominicana de Gastronomía (ADG) realizó una cena conferencia para su membresía, denominada “Influencias taínas y africanas en la gastronomía dominicana», en la cual se destacaron los orígenes y muestra actual del rico sincretismo cultural que nos caracteriza.
La ponencia magistral que generó decenas de comentarios y aportes de los presentes, estuvo a cargo del señor Bernardo Vega Boyrie, reconocido escritor, economista, historiador, antropólogo, profesor universitario, politólogo y sociólogo dominicano.
A través de su disertación, Vega resaltó como la gastronomía dominicana ha venido evolucionando hasta convertirse en lo que conocemos hoy, a partir de las influencias y alteraciones que ha recibido a lo largo del tiempo.
Son muchos los nombres de alimentos y palabras relacionadas que conservamos de nuestros ancestros taínos. Por ejemplo, el caso de las frutas podemos destacar la guayaba, la guanábana, la papaya (lechosa), el mamón, la chinola, entre muchas otras.
Lo mismo sucede con la afamada “barbacoa” cuya palabra transmutó a la que hoy conocemos como “barbecue”; y los nombres de algunos de los pescados que consumimos (carite, chillo, guatapaná), que conservan su nombre arahuaco original, porque estas especies no eran conocidas para los primeros españoles que visitaron y poblaron la isla, señaló el historiador.
Sobre África, reveló que a su llegada a La Española, los esclavos que fueron llevados a las plantaciones azucareras dieron inicio a la creación de dulces, preparados por las mujeres que trabajaban en los ingenios, que ahora forman parte de nuestro acervo culinario. Agregó que trajeron desde el continente africano el saber sobre formas de cocción de una gran variedad de víveres como el ñame, así como animales como la guinea, e introdujeron platos como el mondongo, el mofongo y el mangú, además de ciertas tradiciones como la de cubrir alimentos con hojas, como es el caso de nuestro exquisito pastel en hoja.
Luis Ros, presidente de la ADG, en su intervención de apertura, comentó sobre la plasticidad que caracteriza a las culturas gastronómicas en general y, en ese contexto, la importancia de conocer sobre nuestras raíces e influencias en pro de fortalecer y unificar las referencias que compartimos los miembros de la ADG para influir en el desarrollo y posicionamiento internacional de la gastronomía que representamos.