Tovar perfeccionó en Francia una técnica neo surrealista para ser el máximo exponente. Las nuevas generaciones saben poco de su trascendencia.
José Rafael Sosa
Poca gente imaginó que aquel niño nacido en 1942 en San Francisco de Macorís, llegaría al alto pedestal de la pintura neo surrealista del mundo y el principal en esa corriente en su país, al punto de que una de sus obras, se ha vendido hace poco en una reconocida casa de subastas de Estados Unidos, a un precio que es un récord para la obra de un artista visual dominicano.
La trascendencia y cotización de las obras de Tovar quedó evidenciada cuando el escritor y curador de arte Abil Peralta Agüero, informó que la casa de subasta Sotheby ‘s adjudicó la obra “La menace/La amenaza”, por US$250,000.
Tovar, principal exponente del neo surrealismo, que define el movimiento de reaparición del movimiento surrealista. Esta corriente nació originalmente, con la exposición de 1925 en la Galería Pierre, de Francia, de Arp, Max Ernst, Man Ray, Klee, Girgio de Chirico, Miró o Pablo Picasso, Dalí y Magritte, refieren las enciclopedias especializadas de arte.
El surrealismo de los años 20 se reinventa en realidades oníricas, imágenes simbólicas y metamorfosis alentadas por las nuevas tecnologías, no solo digitales sino todo el campo de posibilidades que facilitan los avances.
En el neo surrealismo se representan imágenes de los sueños y fantasías o visiones del inconsciente de la mente, en pintura, arte, digital, gráfica y fotografía.
Vida y obra
Tovar, cuenta su biografía, desde los primeros años de su vida tuvo inclinación por la pintura. Su familia le apoyó, hizo los arreglos para que estudiara pintura en el país y Europa.
Hizo primeros estudios en la pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de la que egresó en 1959, promoción que fue el inicio de su preparación profesional.
En esa época presentó su primera muestra pictórica en Santo Domingo, causando un notable impacto entre público amante de la pintura, coleccionistas y críticos de arte.
Los críticos de la época entendieron que había aparecido la fuerza de un pincel joven con vocación de permanencia y trascendencia. Su inclinación neo surrealista apenas comenzaba a definirse.
En 1963 llega a París a estudiar pintura, ciudad en la que se insertó rápidamente en los círculos de los pintores de esa corriente y en la que permaneció durante 20 años. Posteriormente se iría a radicar en Santiago de Compostela, donde continuaría pintando y perfeccionando su estilo.
El artista expira el 12 de abril de 2020, tras una carrera de éxitos. Críticos y curadores, en comentarios informales, indican que es necesaria una labor intensa de difusión de la trascendencia de la obra, considerada como una de las más consagradas en su expresión más alta por el estilo que definió. Iván Tovar perfeccionó en Francia una técnica, que se ha estipulado como una de las más depuradas, logradas por un artista nacido en República Dominicana.