Escuchaba decir que para poder el nombre solo tienes que ser gorda. Y es términos generales así es. A lo largo de su vida las personas con un alto volumen de masa corporal son llamadas “Gorditas”, en franca discriminación y estigmatización disfrazada de cariño.
La sociedad en sentido general, se ha empeñado en establecer los supuestos parámetros para medir al hombre o la mujer perfecta.
La publicidad en todas sus ramas, la industria cinematográfica, la moda, etc., se empeñan en asociar la gordura al chiste. Para ellos la perfección y la belleza está en 80 libras o menos y medidas de 90-60-90.
Si estas pasada de libras, por más hermoso que sea tu nombre, el epíteto “Gordit@”, es más frecuente y se hace común en todas partes.
Desde el hogar
Desde la niñez, las muestras de afectos de mamá a la hora de despertarte para el colegio, te dice “despierta gordita”, en vez de llamarte por tu nombre. Los hermanos utilizan algunos chistes en torno a la comida y a la gordita de la casa, que parecen divertidos para el resto de la familia aunque para tí, no lo sean.
Ser gorda no es estar enferma, de hecho si te propones aceptarte como tal sin sacrificar tu propio “SER” descubrirás que la vida es más fácil. Exige que te llamen por tu nombre.
Cuestión de aceptación
Por lo regular las personas gordas que no se aceptan a sí mismas, atribuyen sus libras de más a todo, meno al hecho de que simplemente disfrutan la comida. Muchos de nosotros hemos escuchado decir la siguiente expresión” Yo no sé por qué estoy gorda, si casi no como”. Otros atribuyen su exceso de peso a la tiroides, retención de líquido, hipertensión, herencia, medicamentos con cortisona, etc. Pero nunca al hecho de que disfrutan la comida.
Come y se feliz
Para nadie es un secreto que uno de los mejores placeres de la vida es comer. Si eres fanática de la comida, busca ayuda de un nutricionista para balancear lo mejor posible los alimentos del día. Pero sin dieta. Y come sin remordimientos alimentos combinados sin tener que negar que comes. Complácete, cuídate consiéntete y acéptate.
Una cirugía para ser flaca
Muchas de las chicas pasadas de libras han soñado con caminar por la playa luciendo un bikini de dos piezas en un diminuto cuerpo de 120 libras… Y para ello recurren a la cirugía estomacal que finalmente termina en deficiencias de hierro, vitamina B12, ácido fólico y calcio. Esto sin mencionar los efectos psicológicos que provoca en las pacientes que mentalmente siguen siendo gordas y continuarán amando la comida por el resto de sus días.
No es que estemos en contra de las cirugías, pues también hay muchos casos en los que la misma le ha cambiado la vida a mucha gente.
Soy gorda …Y?
Finalmente la vida está llena de casos y cosas. No es cierto que las flacas sean más lindas, o más listas, o tengan más suerte en el amor. De hecho las gorditas son más felices cuando terminan aceptándose tal cual.
Comienza yaaa. Olvida ajustarte demasiado, camina siempre que puedas, come frutas, baila, ríe y canta. Y encuentra tu belleza más allá de los “chichos y la celulitis” y veras que en cada libra de más podría estar la felicidad.