Cuando os proponemos bajar esas libras de más, lo primero que se nos ocurre es eliminar el consumo de grasa. Sin embargo, un nuevo estudio revela que reducir la grasa no es más eficaz que otras dietas para perder peso.
La indagación fue realizada por Dierdre Tobias, investigadora del área de medicina preventiva en el Hospital Brigham and Women en Boston y fue publicado en la revista Lancet Diabetes & Endocrinology.
Mientras que aquellos que redujeron grasas perdieron algo de peso, comparados con los que no hicieron dieta en absoluto, perdieron menos que los que cortaron carbohidratos en estudios que duraron cerca de un año.
En todos los que hicieron dieta en las pruebas que Tobías realizó, la pérdida fue, en promedio, de sólo 2.72 kilogramos en todo el año. Estas modestas mejoras no impactan en la epidemia de obesidad que afecta a 35 por ciento de los estadounidenses.
La conclusión se basa en un meta-análisis –un agregado de los resultados de muchos estudios dispares- de intervenciones de dietas de largo plazo que incluyeron datos de más de 68 mil adultos.
Las grasas son la principal fuente de energía porque proporciona 9 kcal por cada gramo de grasa ingerido.
Además, es una importante reserva energética en el organismo y protege y da consistencia a algunos órganos del cuerpo.
De hecho forma parte de la estructura de membranas celulares y sirve como un regulador de hormonas.
-Otras de las propiedades de la grasa es la de que absorbe y moviliza las vitaminas A, D, E y K que, al ser solubles sólo en grasas y no en agua, necesitan ser transportadas por moléculas de grasa a través del torrente sanguíneo.
Finalmente, la grasa dota de palatabilidad a los alimentos haciéndolos más sabrosos y apetecibles.