La cocina mediterránea es conocida por su enfoque en ingredientes frescos y saludables, así como por su delicioso sabor. Algunos de los platos más emblemáticos de la cocina mediterránea incluyen:
Paella: Originaria de España, la paella es un arroz cocido con azafrán y una variedad de ingredientes como mariscos, pollo, conejo, verduras o una combinación de estos. Cada región de España tiene su propia versión de la paella.
Ratatouille: Este plato proviene de la región de Provenza en Francia y es una mezcla de verduras asadas, como berenjenas, calabacines, tomates, pimientos y hierbas aromáticas.
Moussaka: Es un plato griego que se hace con capas de berenjenas, carne picada (generalmente cordero o ternera), tomate, cebolla y una bechamel cremosa, similar a lasaña.
Couscous: Originario del norte de África y muy común en la región mediterránea, el cuscús es una especie de sémola de trigo que se cocina al vapor y se sirve con guisos de carne, verduras y condimentos.
Tzatziki: Una salsa o dip griego que se hace con yogur, pepino, ajo y hierbas aromáticas, generalmente se sirve con pan de pita o como acompañamiento de platos de carne.
Tabbouleh: Una ensalada libanesa hecha con bulgur, perejil, menta, tomates, cebolla y aderezada con aceite de oliva y jugo de limón.
Gazpacho: Una sopa fría de tomate originaria de España, que suele contener tomates, pimientos, pepinos, cebollas, ajo, aceite de oliva y vinagre.
Frittata: Un plato italiano similar a una tortilla española, hecho con huevos batidos y una variedad de ingredientes como queso, verduras, jamón o hierbas.
Falafel: Una especie de albóndiga frita de origen mediooriental hecha con garbanzos o habas trituradas, ajo y especias, generalmente se sirve en pan de pita con salsa de yogur o tahini.
Pescado a la parrilla o al horno con aceite de oliva y limón: La cocina mediterránea es famosa por su énfasis en el pescado fresco, que se cocina de manera sencilla resaltando su sabor natural.
Estos son solo algunos ejemplos de los platos más emblemáticos de la cocina mediterránea. Cada país y región mediterránea tiene sus propias especialidades culinarias, pero en general, la comida mediterránea se caracteriza por la abundancia de aceite de oliva, frutas, verduras, hierbas frescas, legumbres y pescado, lo que la hace saludable y deliciosa.