Dormir bien puede parecer un desafío, especialmente cuando factores como el estrés y las responsabilidades diarias se interponen en nuestro descanso. Sin embargo, no estás condenado a noches de inquietud. Aquí te presentamos seis consejos prácticos para mejorar la calidad de tu sueño.
Muchos factores pueden interferir en una buena noche de sueño, desde el estrés laboral y las responsabilidades familiares hasta las enfermedades. No es de extrañarse que el sueño de calidad a veces sea difícil de lograr.
Es posible que no puedas controlar los factores que interfieren en tu sueño. Sin embargo, puedes adoptar hábitos que fomenten un mejor sueño. Empieza con estos consejos simples suministrados por Mayo Clinic.
- Establece un horario de sueño:
Dedica al menos siete horas, pero no más de ocho, a dormir. La consistencia en tus horarios, incluyendo fines de semana, refuerza el ciclo de sueño-vigilia del cuerpo. Si no te duermes en 20 minutos, realiza actividades relajantes y vuelve a la cama cuando estés cansado. Mantén tu horario de sueño constante.
- Controla tu alimentación y consumo:
Evita acostarte con hambre o demasiado lleno. Las comidas pesadas antes de dormir pueden causar malestar. Limita la nicotina, la cafeína y el alcohol, ya que sus efectos estimulantes pueden interferir con el sueño.
- Crea un entorno relajante:
Mantén tu habitación fresca, oscura y silenciosa. La luz nocturna puede dificultar el sueño. Utilice cortinas oscurecedoras y evite las pantallas emisoras de luz antes de acostarse. Actividades relajantes, como un baño o técnicas de relajación, pueden favorecer un sueño reparador.
- Controla las siestas:
Limita las siestas a una hora y evita dormir por la tarde. Si trabajas de noche, planifica una siesta antes del trabajo para compensar.
- Actívate durante el día:
La actividad física regular mejora el sueño, pero evita hacer ejercicio demasiado cerca de la hora de acostarte. Pasar tiempo al aire libre también puede ser beneficioso.
- Gestiona el estrés:
Resolver preocupaciones
Recuerde: Si los problemas para dormir persisten, consulte con un proveedor de atención médica. Identificar y tratar posibles causas subyacentes es clave para disfrutar de un sueño reparador.