Las algas, protagonistas culinarias en la dieta asiática desde hace siglos, están ganando terreno en Europa y más allá. Su popularidad se ha disparado en las últimas décadas, no solo por su sabor único sino también por sus beneficios tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
Auge de la producción mundial de algas
La Unión Europea informa que la producción mundial de algas ha experimentado un aumento significativo, pasando de 0,56 millones de toneladas en 1950 a 35,82 millones de toneladas en 2019.
Este incremento se atribuye en parte a la creciente popularidad de la comida asiática y, más recientemente, al reconocimiento de las virtudes sostenibles de este alimento.
Un superalimento rico en nutrientes
«Las algas son una fuente rica en nutrientes y se han vuelto cada vez más populares en la gastronomía por su sabor único y sus beneficios para la salud», destaca Aida Serra, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya.
Estos beneficios incluyen regulación intestinal, propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, y contenido proteico de alta calidad con bajo contenido graso.
Variedades y beneficios nutricionales
Existen alrededor de 25,000 especies de algas, de las cuales unas cincuenta son comestibles. En Europa, algunas de las más consumidas incluyen el nori, utilizado en sushi y platos japoneses, el alga wakame para ensaladas y sopas, y la dulse, que se consume fresca, seca o en polvo.
Impacto ambiental positivo
Más allá de los beneficios para la salud, las algas se presentan como aliados en la lucha contra el cambio climático. Al realizar la fotosíntesis, absorben CO2, reduciendo su concentración en la atmósfera. Además, generan oxígeno, mejorando la calidad del agua y favoreciendo la biodiversidad acuática.
Iniciativas sostenibles y futuro prometedor
La Unión Europea ha impulsado la iniciativa Algas, que promueve la investigación y desarrollo de algas marinas como recurso sostenible. Se centra en el cultivo y la utilización de algas en diversas aplicaciones, desde alimentación hasta energía, agricultura y biotecnología.
«El principal objetivo es fomentar la innovación en el uso de las algas con un enfoque en la sostenibilidad y la economía circular para abordar retos ambientales y promover la diversificación de las fuentes de alimentos y energía en Europa», enfatiza Serra.
Un viaje culinario nutritivo y sostenible
Las algas no solo añaden sabor a la cocina, sino que también ofrecen un viaje nutritivo y sostenible. Desde su valor nutricional hasta su capacidad para combatir el cambio climático, las algas se erigen como un superalimento que beneficia tanto al hombre como al planeta.
La próxima vez que disfrutes de un rollo de sushi, estarás contribuyendo no solo a tu bienestar, sino también al del medio ambiente.