República Dominicana, septiembre de 2024 — Cada 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma, una oportunidad para concientizar sobre este tipo de cáncer del sistema linfático y destacar los avances médicos que mejoran las perspectivas de los pacientes. Entre los enfoques terapéuticos más prometedores, la inmunoterapia, y más específicamente la terapia con células CAR-T, está emergiendo como una de las innovaciones más revolucionarias en la lucha contra el cáncer.
La terapia con células CAR-T, un tratamiento de inmunoterapia que utiliza las propias células inmunitarias del paciente para atacar las células cancerosas, ha ganado reconocimiento como una solución potencialmente eficaz para ciertos tipos de cánceres, incluidos los linfomas y leucemias. Este avance ha transformado el panorama del tratamiento del cáncer, brindando esperanza a pacientes con enfermedades difíciles de tratar o en estado avanzado.
¿Qué es la terapia con células CAR-T?
La terapia con células T con receptor de antígeno quimérico (CAR-T) se basa en la modificación genética de las células T, un tipo de glóbulo blanco encargado de proteger al cuerpo contra infecciones y enfermedades. Estas células, que originalmente no pueden detectar ciertos tipos de cáncer, son alteradas para «ver» y atacar de manera específica las células tumorales. Una vez modificadas, estas células CAR-T se reintroducen en el torrente sanguíneo del paciente, donde comienzan a destruir las células cancerosas de forma selectiva.
El Dr. Richard Vile, inmunólogo de Mayo Clinic, explica que «el gran desafío en el tratamiento del cáncer siempre ha sido encontrar una terapia que ataque únicamente las células malignas sin dañar el tejido sano». A diferencia de la quimioterapia, que afecta tanto a células cancerosas como sanas, la terapia CAR-T está diseñada para dirigirse exclusivamente a las células malignas, lo que resulta en un tratamiento más amigable para el cuerpo.
Avances y desafíos en la lucha contra el cáncer
La terapia CAR-T ha demostrado ser especialmente efectiva en cánceres de la sangre, como algunos tipos de linfoma y leucemia. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado este tratamiento para pacientes con linfoma de células B y otros cánceres hematológicos. Sin embargo, el desafío sigue siendo extender esta tecnología para tratar tumores sólidos, que resultan más difíciles de abordar debido a su ubicación y características biológicas.
El Dr. Vile señala que los tumores sólidos «han evolucionado para volverse extremadamente hostiles a las células inmunitarias», lo que representa un obstáculo significativo. Sin embargo, la investigación avanza hacia el desarrollo de terapias CAR-T de nueva generación que puedan superar estas barreras.
Efectos secundarios y futuro de la terapia
A pesar de los prometedores resultados de la terapia CAR-T, este tratamiento no está exento de riesgos. Entre los efectos secundarios más graves se encuentran el síndrome de liberación de citocinas (SLC), que puede ser mortal, así como problemas neurológicos temporales como confusión y convulsiones. No obstante, los avances científicos buscan minimizar estos efectos adversos y mejorar la seguridad del tratamiento.
De cara al futuro, los investigadores están explorando nuevas aplicaciones de la terapia CAR-T no solo en la oncología, sino también en enfermedades autoinmunes y trasplantes de órganos. Se espera que con estos avances, la inmunoterapia se convierta en una herramienta crucial para prolongar la vida de los pacientes y mantener el cáncer en remisión durante largos períodos de tiempo, o incluso de manera indefinida.
En este Día Mundial del Linfoma, la terapia con células CAR-T destaca como un símbolo de esperanza y de los continuos avances en la medicina que están transformando la forma en que tratamos el cáncer.