Santo Domingo, República Dominicana — En un paso significativo hacia la mejora de las condiciones de salud mental en el sistema penitenciario de República Dominicana, la Academia Regional Penitenciaria (ARP) y la Asociación de Psiquiatras de América Latina (APAL) han firmado un convenio de colaboración que busca implementar políticas y programas especializados para optimizar el bienestar mental tanto de los privados de libertad como del personal penitenciario.
El acuerdo, coordinado por la Oficina Nacional de Apoyo a la Reforma Penitenciaria (ONAPREP), fue rubricado por la Dra. Marisol Taveras Ulerio, presidenta de la APAL, y la Dra. Sandra Fernández, directora de la ARP, en una ceremonia realizada el pasado martes en la sede de la ARP en Santo Domingo. Con esta firma, ambas instituciones se comprometen a trabajar conjuntamente para desarrollar e implementar unidades especializadas de atención en salud mental dentro de los centros de reclusión, fortalecer la capacitación del personal y fomentar la investigación académica en esta área.
Salud mental y reforma penitenciaria: Un reto multidimensional
Durante la firma del convenio, la Dra. Fernández destacó que este acuerdo forma parte de un plan estratégico que busca una reforma integral del sistema penitenciario dominicano, abordando no solo la seguridad y rehabilitación, sino también el bienestar emocional y psicológico de los internos. “No podemos hablar de una verdadera reforma sin atender las necesidades de salud mental de los reclusos. A través de esta alianza, esperamos ofrecerles un entorno más humano y justo, donde puedan recibir la atención necesaria para su rehabilitación y reintegración social”, expresó.
La Dra. Taveras Ulerio, por su parte, resaltó la importancia de este tipo de iniciativas para el desarrollo de políticas públicas efectivas en el ámbito penitenciario. “La salud mental en el contexto de reclusión es un área que ha sido tradicionalmente descuidada en América Latina. Este convenio nos permitirá llevar a cabo estudios y programas que no solo beneficien a los internos, sino también a los profesionales que trabajan con ellos diariamente, garantizando un enfoque integral que promueva el respeto a la dignidad humana”, afirmó.
Objetivos del convenio: Capacitación, intervención y evaluación
El convenio entre ARP y APAL se centra en tres ejes fundamentales: capacitación, intervención y evaluación. Como parte de sus compromisos, las instituciones desarrollarán programas de formación para el personal penitenciario en el manejo de internos con trastornos mentales. Estos programas buscarán dotar a los guardias y funcionarios de herramientas para identificar y abordar situaciones de crisis de manera efectiva, reduciendo así los riesgos de violencia y promoviendo un ambiente más seguro para todos.
Además, se crearán unidades de atención especializadas en salud mental dentro de los centros penitenciarios, con la finalidad de ofrecer un espacio adecuado para el tratamiento y seguimiento de los internos con condiciones psicológicas diagnosticadas. Estas unidades estarán dirigidas por equipos multidisciplinarios que incluirán psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales, quienes desarrollarán planes de intervención individualizados para cada caso.
Por otro lado, se diseñarán mecanismos de monitoreo y evaluación para medir el impacto de estas intervenciones a corto y largo plazo. La colaboración activa con las asociaciones psiquiátricas del país permitirá una evaluación continua de las políticas implementadas y ajustará los programas según los resultados obtenidos.
Un nuevo enfoque en la rehabilitación de los internos
Este convenio representa un cambio de paradigma en la gestión del sistema penitenciario, al considerar la salud mental como un componente central de la rehabilitación de los internos. “La falta de atención adecuada a los problemas de salud mental dentro de las prisiones es una realidad que afecta la seguridad y la eficacia de los procesos de rehabilitación en toda América Latina”, indicó la Dra. Taveras Ulerio. Con esta colaboración, se espera cerrar una brecha histórica y dotar a los internos de herramientas para mejorar su bienestar y, en consecuencia, facilitar su reintegración social.
Según estadísticas de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), se estima que cerca del 30% de la población penitenciaria en República Dominicana presenta algún tipo de trastorno mental, siendo los más comunes la depresión, el trastorno bipolar y la esquizofrenia. La falta de tratamiento adecuado no solo afecta a los reclusos, sino que también genera un ambiente de tensión que puede desencadenar en episodios de violencia y conflictos dentro de las cárceles.
Una alianza que impactará la política pública
Además de las intervenciones directas en los centros penitenciarios, la colaboración entre ARP y APAL tiene como objetivo influir en la creación de políticas públicas orientadas a la salud mental en contextos de reclusión. La información y experiencia generada a partir de esta alianza se compartirá con el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Justicia, para que sirva de base en el desarrollo de normativas y marcos legales que promuevan la salud mental y el respeto a los derechos humanos de los internos.
La Dra. Fernández subrayó la relevancia de esta iniciativa en el contexto de los esfuerzos de reforma penitenciaria que lleva a cabo el gobierno dominicano. “Nuestro trabajo con APAL contribuirá a un sistema penitenciario más eficiente y humanizado, donde la atención a la salud mental se considere un pilar fundamental de la rehabilitación y no un tema secundario”, aseveró.
Sobre ARP y APAL
La Academia Regional Penitenciaria (ARP), fundada en 2011, es una entidad educativa internacional dedicada a la formación y asistencia técnica de los sistemas penitenciarios de Latinoamérica y el Caribe. Su misión es fortalecer las capacidades de los actores del sistema de justicia penal, promoviendo prácticas basadas en el respeto a los derechos humanos y la rehabilitación efectiva de los internos.
Por su parte, la Asociación de Psiquiatras de América Latina (APAL) es una asociación científica de carácter internacional, integrada por sociedades psiquiátricas de toda la región. Fundada en 1950, APAL se dedica a promover el desarrollo de la psiquiatría y la salud mental a través de la investigación, la educación y la colaboración interdisciplinaria.
Perspectivas futuras
Con este acuerdo, República Dominicana se posiciona a la vanguardia de la atención a la salud mental en el sistema penitenciario de la región. La implementación exitosa de este convenio no solo mejorará las condiciones de vida de los internos, sino que también servirá como modelo para otros países de América Latina que buscan una gestión penitenciaria más humana y efectiva.