Sector cementero alerta sobre desafíos para la implementación del coprocesamiento obligatorio
La Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (ADOCEM) ha expresado su preocupación ante la propuesta de modificación de la Ley 225-20 sobre Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos, recientemente aprobada en el Senado y pendiente de debate en la Cámara de Diputados.
Según la organización que agrupa a las seis principales productoras de cemento del país, la reforma impone disposiciones que podrían afectar la competitividad del sector, en particular la exigencia de que las cementeras utilicen un mínimo del 30 % de combustibles derivados de residuos en sus procesos productivos.
Condiciones insuficientes para una aplicación inmediata
Julissa Báez, directora ejecutiva de ADOCEM, explicó que el coprocesamiento de residuos es un proceso técnico que requiere condiciones específicas, incluyendo infraestructura adecuada, un marco normativo sólido y una cadena de suministro eficiente, elementos que aún no están plenamente establecidos en el país.
«Si la propuesta se aprueba tal como está planteada, la industria se vería en un estado continuo de incumplimiento. Actualmente, no existe la infraestructura ni la capacidad para sustituir el 30 % de los combustibles fósiles en el corto plazo», advirtió Báez.
El coprocesamiento consiste en la sustitución parcial de combustibles tradicionales, como el coque de petróleo y el carbón, por combustibles alternativos obtenidos a partir de residuos. Aunque esta práctica contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y ofrece una alternativa sostenible para la gestión de desechos, Báez subrayó que no todos los residuos pueden ser coprocesados.
«Es fundamental definir qué materiales son adecuados para este proceso, considerando factores como el impacto en la operación de los hornos, la calidad del producto final y la seguridad ocupacional», explicó.
Riesgos para la competitividad del sector cementero
ADOCEM advierte que imponer un porcentaje obligatorio sin las condiciones necesarias podría generar una desventaja competitiva para la industria, favoreciendo la concentración del mercado de gestión de residuos y elevando los costos de producción del cemento, lo que repercutiría en el precio final para los consumidores.
La asociación citó ejemplos internacionales, como el de Alemania, donde más del 60 % de la energía utilizada en la producción de cemento proviene de residuos. Sin embargo, este avance fue posible gracias a cambios estructurales progresivos, pruebas técnicas rigurosas y un marco regulador adaptado a la realidad del sector.
Compromiso con una transición sostenible
Desde hace casi una década, ADOCEM ha promovido el coprocesamiento como una solución viable, incluso antes de la promulgación de la Ley 225-20. En este sentido, la organización reiteró su disposición a colaborar con las autoridades para desarrollar un esquema de implementación realista y sostenible, que permita al sector cementero avanzar hacia el uso de combustibles alternativos sin comprometer su estabilidad operativa ni su competitividad.