A cinco años de su fallecimiento, la memoria y el legado de José Ignacio Morales, mejor conocido como “El Artístico”, cobran nueva vida a través de sus esculturas de hierro, acero y bronce, que se exhiben en la exposición “Alma de Acero” en Galería 360. La muestra, estructurada por su familia y un equipo de voluntarios, conmemora la vida y obra del forjador de metales más influyente de la República Dominicana.
La exposición, abierta al público durante este mes de abril, presenta 26 piezas esculpidas en metal, que van desde el diminuto Jugador de Polo, de apenas un pie de altura, hasta la imponente Mujer de Rojo, instalada en el exterior del centro comercial. Junto a otras tres esculturas de gran formato, estas obras impactan a transeúntes y visitantes, deteniéndolos ante el lenguaje visual de un artista que supo fundir técnica, fuerza y sensibilidad.

Además de las esculturas, la muestra incluye fotografías y documentos que revelan el proceso creativo y la dimensión humana de Morales, cuya vida fue un testimonio de superación, talento y compromiso social.

Un legado que trasciende el arte
Nacido el 29 de abril de 1957 en La Romana, Morales inició su camino artístico como un niño doblador de hojalata. Con el tiempo, se transformó en un visionario de la herrería artística, revolucionando el diseño y la escultura en metal en el país. Su obra dejó huella en hoteles, plazas, residencias y espacios públicos, con diseños que combinan funcionalidad y estética, como su afamado Reloj Escultórico en Santo Domingo, de 30 metros de altura y 50 toneladas, inaugurado en 1999.

Sin embargo, su contribución fue más allá del arte ornamental. Su verdadera pasión fue el desarrollo de la juventud. A través de la Fundación El Artístico, Morales ofreció formación técnica y artística a jóvenes en situación de vulnerabilidad. Coordinó con el Ministerio de Cultura las “Escuelas Libres” y trabajó como profesor en la Escuela Vocacional de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, sembrando su conocimiento en futuras generaciones de artesanos y escultores.

Obras de impacto nacional
Entre sus obras más destacadas se encuentran la reconstruida Cruz de El Seybo, la entrada monumental de San Pedro de Macorís —donde el hierro celebra la herencia cultural de los Guloyas y los Toros del Este— y el Museo de los Peloterosen La Romana. Su huella también está en Punta Cana, donde varias plazas comerciales exhiben piezas de gran escala creadas por sus manos.
Uno de sus proyectos más enigmáticos fue una réplica de la Torre Eiffel construida para Santo Domingo Oeste, cuyo paradero actual es desconocido. También es de su autoría el diseño del parque central de Hato Mayor, valorado por expertos en arquitectura y arte por su carácter integrador y simbólico.
Una memoria forjada en hierro
José Ignacio Morales falleció el 14 de abril de 2020, pero su espíritu sigue vivo en cada escultura que desafía la gravedad, en cada joven que encontró en el metal un camino de dignidad y superación, y en cada espacio urbano que embelleció con sus manos.
“Alma de Acero” no es solo una exposición: es un acto de memoria colectiva. Una invitación a detener la prisa para contemplar la obra de un hombre que vivió para transformar el metal en arte y la adversidad en oportunidad.
Porque los verdaderos artistas no mueren. Se forjan en el tiempo.
Colaboración del periodista José Rafael Sosa