El mundo llora la partida del líder espiritual, un legado de humildad y servicio.
El Vaticano y el mundo entero se sumieron en un profundo luto este lunes 21 de abril, al conocerse la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, a la edad de 88 años. El líder espiritual, conocido por su humildad y su incansable defensa de los más vulnerables, falleció a las 7:35 horas en su residencia de la Casa Santa Marta.
El anuncio oficial fue realizado por el Cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Cámara Apostólica, quien, visiblemente emocionado, compartió la triste noticia en un vídeo desde la Casa Santa Marta, acompañado por el Secretario de Estado, Pietro Parolin, y el Sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra.
«Queridos hermanos y hermanas, con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre», declaró el Cardenal Farrell, con voz entrecortada.
El legado del Papa Francisco, cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, trasciende las fronteras de la Iglesia Católica. Su mensaje de amor, compasión y justicia social resonó en personas de todas las creencias y orígenes.
«Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados», añadió el Camarlengo.
Su última aparición pública tuvo lugar el Domingo de Resurrección, cuando impartió la bendición ‘Urbi et Orbi’ desde el balcón de la Basílica de San Pedro. A pesar de su delicado estado de salud, el Papa Francisco quiso compartir un mensaje de esperanza y paz con los fieles reunidos en la plaza.
La salud del Pontífice había sido motivo de preocupación en los últimos meses. En febrero de 2025, fue ingresado en el Hospital Policlínico Agostino Gemelli debido a una bronquitis que derivó en neumonía bilateral. Tras una larga hospitalización de 38 días, regresó al Vaticano el 23 de marzo para continuar su recuperación.
A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco demostró una cercanía y empatía excepcionales hacia los más necesitados. Visitó cárceles, campos de refugiados y zonas de conflicto, llevando un mensaje de esperanza y reconciliación. Su sencillez y su estilo directo conquistaron el corazón de millones de personas en todo el mundo.
El mundo llora la partida de un líder espiritual que dejó una huella imborrable en la historia. Su legado de humildad, servicio y amor al prójimo perdurará en el tiempo, inspirando a las generaciones futuras a construir un mundo más justo y fraterno.