El periodista José Antonio Aybar no es nuevo en los escenarios donde se cruzan la cultura, el espectáculo y la ética pública. Con más de tres décadas de ejercicio en prensa escrita, radio y televisión, su designación como presidente de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR) representa más que un relevo administrativo: es una apuesta por el conocimiento profundo del medio y por la autoridad que se gana desde la experiencia.
La juramentación fue encabezada este viernes 6 de junio por el ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, en la sede de la institución, tras hacerse oficial su nombramiento a través del decreto 289-25 del presidente Luis Abinader.
Con Aybar, el Ministerio de Cultura busca relanzar el papel de la CNEPR en un momento en que el país enfrenta los desafíos de una comunicación fragmentada por lo digital, la banalización de la fama y la desinformación viral. El nuevo presidente llega con un perfil profesional que conjuga autoridad, cercanía con el mundo del espectáculo y credenciales suficientes para sostener un diálogo riguroso con los distintos sectores.

Un comunicador de todos los medios
Editor de la revista ¡Qué Pasa! del periódico El Nacional y director del medio digital Testigo.com.do, Aybar ha trazado su carrera en múltiples frentes: ha sido reportero, presentador, productor y editor. Ha trabajado en prensa nacional y programas radiales tanto en República Dominicana como en Nueva York, construyendo una voz crítica y respetada en la crónica de espectáculos.
Entre 2013 y 2015 presidió la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), desde donde impulsó importantes reformas en los Premios Soberano. Además, es miembro activo de la Academia Latina de la Grabación, institución que entrega los Latin Grammy, lo que habla de su vínculo con los circuitos culturales regionales.
Más que censura: formación, diálogo y modernización
Durante el acto de juramentación, el ministro Salcedo destacó que la nueva gestión estará enfocada en fortalecer el carácter orientador y pedagógico de la CNEPR. “El reto no es solo sancionar, sino también formar. Esta Comisión debe ser un puente entre la creación artística y la responsabilidad social”, afirmó.

En ese sentido, se recordó que el nombramiento se alinea con el plan nacional “El poder de las buenas palabras”, una campaña impulsada por el Ministerio de Cultura para promover el uso responsable del lenguaje en medios y plataformas digitales. Se trata de una iniciativa que busca incidir, no desde la imposición, sino desde la concienciación, en los valores de respeto, convivencia y ciudadanía.
Aybar, por su parte, refiriò su visión de una CNEPR moderna, transparente y en sintonía con los tiempos.
Relevo institucional con respaldo
La Comisión se encontraba sin presidente desde febrero de este año, cuando Amaury Sánchez fue promovido al cargo de viceministro. Desde entonces, el dramaturgo Giovanny Cruz ocupó la presidencia de forma interina. El retorno de una figura con liderazgo estable es bien recibido por sectores artísticos y comunicacionales que reclaman reglas claras, mayor equidad y sentido común en la regulación de los contenidos públicos.
Entre los asistentes al acto estuvieron destacadas figuras del ámbito artístico y periodístico, como Pochy Familia y Valerio de León, presidente de la Sociedad General de Autores, Compositores y Editores Dominicanos de Música. También acudieron miembros de la Academia Dominicana de Periodistas de Arte y Espectáculos (ADOPAE), entre ellos Severo Rivera, en su calidad de presidente de la entidad; Fausto Polanco, expresidente de Acroarte y editor de espectáculos del periódico El Día; José Tejada Gómez, expresidente del Colegio Dominicano de Periodistas; Sarah Hernández, directora de Diario Social y miembro de la directiva de ADOPAE; Napoleón Beras, expresidente de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía; y Alfonso Quiñones, escritor y editor del diario El Caribe, entre otros. Todos expresaron su respaldo a la designación de José Antonio Aybar.

Ahora, la expectativa recae en cómo este veterano de la comunicación pondrá su experiencia al servicio de una entidad que debe encontrar el equilibrio entre libertad de expresión y responsabilidad ética, en medio de un ecosistema mediático cada vez más complejo.
Aybar asume con legitimidad y un profundo conocimiento del terreno. Le corresponde ahora dotar a la CNEPR de una brújula clara, para que la regulación de los contenidos públicos no sea vista como trinchera moralista, sino como ejercicio necesario de cultura democrática.