Restricciones migratorias, alza de costos y barreras de acceso impulsan el turismo médico hacia América Latina.
En un contexto de transformación global en los sistemas de salud, Colombia se afianza como uno de los principales destinos para pacientes internacionales, especialmente estadounidenses, que buscan atención médica de alta calidad a precios competitivos. Cambios recientes en las políticas sanitarias y migratorias de Estados Unidos han acelerado esta tendencia, que representa una oportunidad estratégica para el país sudamericano.
Según cifras de ProColombia, el número de turistas médicos que llegan a Colombia pasó de 25.000 en 2015 a 85.000 en 2023, un crecimiento sostenido que refleja el posicionamiento del país como líder regional en el sector. Factores como el endurecimiento en los controles de visado, el aumento de los costos de aseguramiento y las restricciones sobre procedimientos especializados en EE.UU. están empujando a miles de pacientes a buscar opciones más viables en el extranjero.
“El sistema norteamericano presenta tensiones crecientes. Esto ha llevado a muchos ciudadanos a considerar alternativas en países con estándares internacionales, pero con costos más razonables”, explica la Dra. Ana Cristina Arboleda, directora de la Oficina Internacional de la Fundación Valle del Lili, en Cali.
Colombia encabeza hoy el ranking de turismo de salud en América Latina y ocupa el décimo lugar a nivel global, según la Medical Tourism Association. Su éxito se atribuye a una combinación de infraestructura hospitalaria moderna, tecnología de punta, capital humano altamente calificado y un modelo de atención centrado en la experiencia integral del paciente.
Cali ha emergido como un nodo estratégico en este mapa médico internacional. Con conectividad aérea robusta, ubicación privilegiada y una política institucional de atención al paciente extranjero, la ciudad se ha convertido en un referente. En 2024, solo la Fundación Valle del Lili recibió más de 3.500 pacientes internacionales provenientes de Estados Unidos, Alemania, España, Panamá, Venezuela y varios países del Caribe.
“No se trata solo de ofrecer cirugías o tratamientos especializados. Las instituciones colombianas entienden que el paciente internacional requiere acompañamiento en su idioma, apoyo logístico, seguimiento postoperatorio y articulación con aseguradoras y organismos internacionales”, detalla Arboleda.
Reconocida como el mejor hospital de Colombia y uno de los más destacados de América Latina, la Fundación Valle del Lili ha jugado un rol determinante en el posicionamiento del país como destino de salud. Su modelo, que conjuga ciencia, calidad y trato humano, ha elevado los estándares de atención médica, contribuyendo al fortalecimiento del turismo médico con visión ética y sostenible.