El músico fusiona raíces caribeñas con culturas de África, Asia y Europa, consolidándose como símbolo de la música latina contemporánea.
Santo Domingo. – Hablar de Chichí Peralta es hablar de un viaje sonoro que conecta lo local con lo universal. Desde que, a los cuatro años, construyó su primera tambora, el artista dominicano ha forjado una de las trayectorias más sólidas e innovadoras de la música tropical contemporánea, llevando la esencia del Caribe a escenarios globales.
Con más de 27 años de carrera al frente de la agrupación Son Familia, Peralta ha tendido puentes entre el merengue, la bachata y los ritmos afrocaribeños con tradiciones musicales de África, Asia y Europa. Sus producciones Pa’ Otro La’o (1997) y De vuelta al barrio (2000) —esta última ganadora del Grammy Latino— marcaron hitos al ser grabadas con la London Symphony Orchestra, un hecho inédito para la música dominicana de su tiempo.
Fusión de culturas y sonoridades
La propuesta de Peralta se distingue por la riqueza instrumental y la exploración intercultural. En El Meneíto, por ejemplo, se integró el mbalax africano a través del maestro senegalés Assane Thiam, mientras que en El Cofrecito, su más reciente sencillo, confluyen instrumentos como el Duduk armenio, el Bansuri de la India, la cítara, el laúd árabe, la kora africana y las kalimbas, en diálogo con letras románticas y la tambora dominicana.
Su búsqueda también lo ha llevado a Japón, donde producciones como Más que suficiente (2005) y De aquel la’o del río (2009) lograron gran impacto, especialmente con el tema Amor Samurai, que unió por primera vez la bachata con la tradición musical japonesamediante instrumentos como el koto, shamisen y taiko.
Reconocimiento internacional y labor académica
Además de su faceta artística, Peralta ha compartido su visión musical en instituciones como el Berklee College of Music (Boston), la PUCMM, el Conservatorio Nacional de Música y el Instituto Cervantes de Tokio, consolidando un legado pedagógico que inspira a nuevas generaciones.
Su obra también se proyecta en el cine y los documentales. Producciones como Camino a Higüey, Orgullo de mi Tierra, El Poder del Jefe III y Inside Japón —este último dirigido por él mismo— exploran los vínculos culturales entre República Dominicana y otras naciones, reforzando su rol como Embajador de Buena Voluntad de la República Dominicana.
Vigencia y nuevos logros
Actualmente, Chichí Peralta está nominado a cuatro Premios Indie Dominicano con sus obras Caminando por Quisqueya y El Meneíto, tema que supera los 7.4 millones de visualizaciones en YouTube y continúa sumando reproducciones en plataformas digitales.
Identidad fortalecida en el intercambio
La propuesta de Chichí Peralta se inscribe en la corriente de la world latin music, donde la identidad dominicana no se diluye, sino que se fortalece al encontrarse con otras culturas. La tambora y el merengue conviven con instrumentos ancestrales de Asia y África, proyectando a la República Dominicana como un espacio sonoro universal.
Su música demuestra que lo dominicano puede dialogar con el mundo sin perder autenticidad. Más que un artista, Peralta se ha convertido en símbolo vivo de la identidad cultural dominicana, llevando el Caribe a una dimensión global sin renunciar a sus raíces.