ROMA. Italia retiró oficialmente el martes la candidatura de Roma para los Juegos Olímpicos de 2024 debido a la intensa oposición de la alcaldesa de la ciudad.
El presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malago, envió una carta al COI para anunciar la decisión de «interrumpir la candidatura».
Aunque la carta dejó abierta una pequeña posibilidad de resucitar la candidatura si hay un cambio en el gobierno municipal, Malago no se expresó muy esperanzado.
«Hoy termina el juego. Pero no depende de nosotros que el juego termine. Pero hoy lo damos por terminado», dijo Malago a The Associated Press después de su anuncio en una conferencia de prensa. «Eso es todo».
El concejo municipal romano votó el mes pasado retirar su apoyo a la candidatura por recomendación de la alcaldesa Virginia Raggi.
«El comité de la candidatura queda liquidado oficialmente a partir de hoy», señaló Malago. «Es una tremenda herida para nosotros. Espero que se den cuenta la mala impresión que hemos dejado».
El Comité Olímpico Internacional dijo que «está al tanto» de la decisión de Italia, e indicó que «discutirá a fondo con el comité de la candidatura lo que esto significa».
«Todas las circunstancias y la información que hemos recibido en los últimos días dan a entender que esto se trata sólo de la política italiana», dijo el COI.
El retiro de Roma dejar a Los Angeles, París y Budapest como únicos candidatos a la sede de 2024. El COI elegirá la sede en septiembre de 2017.
Esta es la segunda vez en cuatro años que Roma retira o suspende su candidatura. En 2012, el entonces primer ministro Mario Monti retiró la candidatura de la ciudad para 2020 debido a problemas económicos.
«Siento que nos robaron la esperanza», dijo el vicepresidente de la candidatura romana Luca Pancalli.
Con la esperanza de recuperar la confianza del COI, Malago dijo que ofrecerá a Milán como sede del congreso del COI en 2019.
Raggi, que representa a la coalición Movimiento 5 Estrellas, advirtió que lanzar una candidatura olímpica sería «irresponsable» para una ciudad que apenas pueden cumplir con los servicios básicos de sus ciudadanos.