Santo Domingo, RD. – El turismo de salud en la República Dominicana se consolida como un motor estratégico de la economía nacional. Según la investigadora Lourdes Russa, los pacientes internacionales que viajan al país en busca de servicios médicos generan un gasto promedio de 7,500 dólares, cifra que multiplica por seis el desembolso de un turista tradicional, estimado en 1,252 dólares.
El dato, contenido en el Segundo Estudio y Diagnóstico del Turismo de Salud y Bienestar en República Dominicana, revela el creciente impacto económico de este sector, que combina atención sanitaria con la oferta turística del país.
Un gasto que trasciende lo médico
Russa explicó que el gasto del turista de salud abarca no solo procedimientos clínicos y honorarios médicos, sino también estadías en hoteles de categoría, transporte privado, compras y días adicionales de recuperación en destinos como Punta Cana.
“Cada paciente internacional equivale, en términos económicos, a más de seis turistas tradicionales”, señaló. Además, precisó que más del 3% de los visitantes internacionales que recibe el país viajan por motivos de salud, lo que se traduce en más de 1,300 millones de dólares anuales para la economía dominicana, dentro de un mercado global que supera los 100 mil millones de dólares.
Generador de empleos e innovación
El impacto del turismo de salud, sostuvo Russa, no se limita a las cifras económicas. Este segmento “genera empleo para médicos, enfermeras y técnicos altamente calificados, moderniza el sistema sanitario, incentiva la adquisición de equipos de última generación y dinamiza la cadena de valor turística y comercial”.
Hoteles, restaurantes, servicios de transporte y comercios locales también se benefician de este flujo de visitantes, reforzando la imagen del país como destino seguro, innovador y competitivo.
Palanca estratégica de desarrollo
Para la investigadora, el turismo de salud debe dejar de percibirse como un nicho y asumirse como una palanca estratégica de desarrollo nacional. “No solo genera divisas y atrae inversión, sino que también fomenta la transferencia de conocimientos, posiciona al país en el mapa de la excelencia médica mundial y consolida su reputación como destino turístico internacional”, afirmó.
Russa advirtió que el futuro de la República Dominicana está estrechamente vinculado a su capacidad de innovar, diversificar su oferta turística y consolidarse como referente regional en salud y bienestar.
“El momento de impulsar este sector es ahora. Cada paciente representa una oportunidad de crecimiento, progreso y liderazgo global”, concluyó.