SANTO DOMINGO. En las Bodas de Oro del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, que introdujo 15 nuevos miembros, el grueso de ellos protagonistas de las últimas dos décadas donde el país ha producido su generación más dorada en el campo olímpico y profesional.
Vladimir Guerrero puede terminar en Cooperstown en meses; Juana Arrendel y Joelle Schad tienen la categoría de reinas en atletismo y tenis femenino, respectivamente; Luis Polonia es amo y señor de las marcas en la pelota local, mientras que Cosiris Rodríguez y Wanda Rijo batallan por la primacía en voleibol y halterofilia.
Este plato fuerte fue adornado con tres de los importados de mayor impacto en el béisbol (Ralph Garr, que bateó .412 en cuatro campañas con las Estrellas) y Mickey Mahler, además de Eugene Richardson, considerado el refuerzo más dominante que ha pasado por las canchas dominicanas.
Luis Felipe López, el primero que entusiasmó a los dominicanos con tener una estrella en la NBA; Cristóbal Marte, cuya inversión y gerencia ha sido clave para que el voleibol femenino trepe a su punto más alto; Humberto Rodríguez, piloto del despegue del baloncesto; Ramón Smith, gran figura del taekwondo en los 70, el profesor de educación física César Padrón y el fallecido propulsor Justo Castellanos Díaz, representado por su viuda Idalia Koury.
No sobraron los pañuelos para secar el montón de lágrimas por tantas horas de sacrificios bien recompensados, mientras que la inmensidad de emociones fue tan grande, que a Richardson le ocasionó perderse el acto al tener que ser internado por una subida de la presión sanguínea.
Smith leyó su discurso en una tableta, Julian “Bombo” McKelly el de Richardson en un móvil, pero el resto optó por el papel, algunos escritos a mano. Luis Felipe López, con sombrero y medias de color sentado en primera fila, parafraseó al profeta Isaías. Fue también el que mayores lágrimas derramó en tarima.
El medallista de bronce en Río, Luisito Pié, a quien estuvo dedicado el evento, junto con David Ortiz, se llevó grandes aplausos, al igual que Mayo Sibilia, primera mujer en dirigir el ceremonial como presidenta de honor, y Marte.
Con este grupo llegan a 354 los atletas los miembros del Pabellón. El nuncio apostólico Jude Thaddeus Okolo bendijo la actividad y Niní Cáffaro y Maridalia Hernández animaron.
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Hazañas de los inmortales
.318
Fue el promedio de bateo en la carrera de 16 temporadas en las Grandes Ligas de Vladimir Guerrero, líder de todos los tiempos entre dominicanos
1.97
Metros fue el salto más alto logrado en su carrera por Juana Arrendel, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de El Salvador 2002, actual récord marca regional.
148
Tiros de tres convirtió Luis Felipe López en cuatro temporadas en la Universidad de St. John’s, la cifra más alta lograda por jugador alguno de esa academia en la historia. También es dueño de la marca en un año (60).