El bajo nivel de tratamiento del colesterol alto es un problema importante para los hispanos en Estados Unidos, según un estudio reciente.
La investigación, que se presentó en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) en Orlando, Florida, halló que solamente entre una tercera parte y la mitad de los hispanos que podrían beneficiarse de las estatinas, los medicamentos para reducir el colesterol, las tomaban.
Una experta en el corazón no se mostró sorprendida ante el hallazgo.
«El resultado de este estudio es otra clara demostración de hasta qué punto las disparidades en el acceso a la atención sanitaria afectan a los pacientes hispanos», señaló la Dra. Johanna Paola Contreras, profesora asistente de medicina y cardiología del Hospital Mount Sinai en la ciudad de Nueva York.
Los investigadores evaluaron la necesidad de tratamiento por un nivel alto de colesterol en más de 16,400 personas adultas hispanas, y descubrieron que solamente el 10 por ciento tomaban estatinas.
Eso es la mitad del 20 por ciento para los que la terapia con estatinas parecía lo adecuado, según las recomendaciones del Panel de Tratamiento de Adultos del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol. Si las directrices de tratamiento del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) y la Asociación Americana del Corazón se tomaran como criterio, se estimaría que el 32 por ciento se beneficiaría de los medicamentos, según los investigadores.
El porcentaje de adultos hispanos elegibles para la terapia con estatinas aumentó con la edad y era más alto en los hombres que en las mujeres, señaló el equipo dirigido por el Dr. Waqas Qureshi, de la Universidad de Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte.
La Dr. María Peña, endocrinóloga en el Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, dijo que la salud cardiaca de los estadounidenses hispanos en realidad ha empeorado en las últimas décadas, junto con el aumento de las tasas de obesidad y diabetes.
Según Peña, algunos pacientes hispanos quizá tengan un sesgo cultural contra las estatinas recetadas, y eso podría ser un factor del uso reducido de estos medicamentos.
Los hallazgos presentados en reuniones médicas por lo general se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.