Grata sorpresa por la consistencia del concepto, las animaciones, fotografía y universo sonoro, a la que solo faltó acentuar la música raíz y mejor coreografía en sus peleas. Se estrena este jueves 5.
José Rafael Sosa
Esta es la película, que de muchos giros, argumentos y títulos, ha soñado cada uno de esos niños que aspiró, desde los inicios de la conciencia, a poder realizar.
Azul Magia no es ninguna película rarísima, como proclama su consigna.
No.
Es la cinta necesaria para darnos la fe de que estamos ante nuevos caminos de realización audiovisual, con el papel que está tomando una generación de relevo en pantallas.
Hacía falta una historia como ésta, cargada de fantasía, de autenticidad creativa, de vigoroso aire fresco, de variedad temática y de alta realización profesional en sus componentes.
Hay en ella, a partir del magnífico concepto de Cristian Mojica, (que tiene influencias de la fantasía del cine, de los cuentos mágicos de la literatura), un sentido de inocencia y autenticidad creativa que la hace merecedora del aplauso extendido que recibió (claro de un público emocionalmente partidario) en la sala seis del Palacio del Cine, Ágora Mall, en su premiere, como paso previo a su estreno en los cines este jueves 5 de enero.
Para quienes concurrieron en el pensamiento de presenciar con conmiseración paternalista, un experimento juvenil de las nuevas promociones salidas de la Escuela de Cine de la UASD, la sorpresa fue enorme al disfrutar de un espectáculo visual realizado, además que con amor por los diez años que tomó concretarlo, y sus sólidos valores de producción cinematográfica.
Actuaciones
Ruth Emeterio tiene éxito en lograr una sufrida y empobrecida madre campesina y a un Mario Núñez, quien desarrolla un rol de finísimo humor bien concretado, como padre agricultor.
De parte de quienes se estrenan en pantalla, Esmailyn Morel, (Moisés) resulta un joven actor que tomó en serio la responsabilidad para establecer un sello que debe seguir profundizando. Tiene presencia como actor negro. Tiene que seguir estudiando actuación.
Marselle Jiménez (Bel), el ser que introduce a la fantasía, respira ánsias enormes de dominar la actuación y lo intenta, aun cuando este paso es un inicio que bordea lo prometedor. Requiere de mayor entrenamiento.
Lucas Marte, es el antagonista, que posee buenas condiciones para su desarrollo y una presencia que estamos seguros tendrá nuevos papeles. Es, en cierto modo, una notable revelación actoral.
Sus fallos
Azul Magia no es una cinta perfecta, y deja vacíos que deben ser señalados, comenzando por la deficiente coreografía de sus peleas, evidenciando que faltó una concepción y entrenamiento, en una capacitación que parece ser general para todo cine que inicia sus jornadas.
La música, que ofrece poco espacio para la expresión de la música raíz, cuyo espacio ocupa ampliamente la electrónica, ciertamente efectiva en sus paletas sonoras, pero distanciada del planteamiento étnico del filme.
La animación
La inclusión de los talentos de Moro Studio en las animaciones y efectos especiales es uno de los puntos más altos de Azul Magia. Trabajando con los recursos digitales posibles, los creativos de Moro (responsables de la nueva imagen de Duarte Joven), ofrecen un sustento fundamental para conformar el universo visual tan dramáticamente requerido por esta historia.
Una película que estrena el año 2017 con frescura, magia y promesas de mejores tiempos y que recomendamos al público no perderla por nada.
El apoyo
Azul Magia fue posible por el respaldo de Dirección General de Cine, Diario Libre, Imákonos Films (El Indio) Paco Fisch Moro Studio, Rancho Ecológico El Campeche, Arcade Impresiones, Palacio del Cine, Producción Coral, la animación de Moro Studio, a los que se agregan la labor de producción de Pablo Mustonen y de diseño de sonido de David Hernández.