El escritor es miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua.
Para el escritor español Jorge Urrutia, las ferias del libro deben centrarse exclusivamente en el libro, y obviar cualquier actividad que no esté vinculada a la promoción y necesidad de la lectura.
“El libro no es el universo de la literatura, sino el universo de muchas otras actividades de conocimiento”, expresó el escritor, quien participa como invitado internacional en la 21 Feria Internacional del Libro que se lleva a cabo en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte.
Dijo que esta feria, al igual que la del año pasado, tiene la particularidad de ser diferente a otras, porque deja de lado actividades que nada tienen que ver con el evento, para darle la verdadera dimensión al libro en todos sus ámbitos. “Hay que dejar que el libro sea el protagonista por lo menos una vez al año”, recalcó el crítico literario.
“La feria tiene muchas actividades impresionantes, porque el mundo del libro es muy diverso; hay un pabellón cocina, pero hay también pabellones jurídicos, educativos con libros jurídicos y educativos, hay libros para el ocio, libros infantiles…el libro no es el universo de la literatura, sino el universo de muchas otras series o actividades de conocimiento. El libro es intenso y amplio”, destacó el escritor al ser entrevistado para El Feriero.
Urrutia afirma el exceso de información es desinformación
A pesar de que lleva varios años visitando el país y participando en ferias del libro, a Jorge Urrutia aún le impresionan mucho los espacios donde se desarrolla la feria, en la plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, la cual define como “un espacio extraordinario que permite a los visitantes hacer vida diaria en el entorno de la feria”.
Por otro lado, el escritor español valoró la calidad de los autores dominicanos que participan en el evento que culminará el próximo lunes 30, y dijo que están en la misma onda que los escritores de lengua española. “No hay un escritor en América que no sepa lo que se hace en otros países, como tampoco hay un lugar que ignore lo que se hace en Latinoamérica”.
Dijo que lo que diferencia un autor de otro, o que los libros de unos sean más debatidos o conocidos que otros, depende, quizá, de la situación política y social del momento que vivió ese autor.
“Cada época tiene sus escritores. Pero, claro, hay épocas más ricas que otras. En el caso del escritor argentino Jorge Luis Borges, por mencionar un autor, ha sido uno de los más discutidos y que más enemigos ha tenido, porque el mundo de las letras está sometido a muchas tensiones y a grandes críticas”, puntualizó el poeta y escritor.
El exceso de información es desinformación, afirmó Urrutia, al ser preguntado sobre el mal uso que dan las nuevas generaciones al idioma español, a través de las redes sociales.
“Cuando acumulamos información, acabamos por borrar informaciones importantes; por lo tanto, el estar siempre conectado, no es necesariamente lo mejor, porque hay que aceptar y racionalizar la información y buscar cierto reposo y aislamiento”.
Destacó que el problema de la sociedad juvenil contemporánea es que los jóvenes son incapaces de permanecer encerrados solos en una habitación libre de ruidos, sin música, sin tv, teléfono, y que la lectura, por el contrario, necesita del silencio y la meditación. Entiende que el ruido puede bloquear la meditación, y sin meditación no hay conocimiento.
Comentó que ciertamente, las redes sociales incitan a la escritura rápida y, muchas veces, a una reducción ortográfica; sin embargo, agregó el también ensayista y traductor, que la ortografía no es caprichosa, ni complicada, sino que quienes la complican son los usuarios.
“Hay que tener mucho cuidado, porque los jóvenes no le dan importancia a la ortografía, sin embargo, un ingeniero civil no puede entregar un proyecto cargado de faltas ortográficas, porque no se lo van a recibir, si no está bien escrito, el proyecto no pasa y se anula, tan sencillo como eso”.
Urrutia comentó que el tema con el mal uso del idioma español ha sido tema de debate entre los miembros de la Real Academia Española de la Lengua, sin embargo, siempre se dice lo mismo. “El culpable no es el medio, sino de quien usa el medio”.