A propósito del escándalo público que ha generado la de por sí controversial artista Fefita La
Grande, quien ha puesto a enfrentarse a periodistas, artistas y al gran público en vericuetos
conceptuales referentes a la moral y a la dignidad, unos a favor y otros en contra de la actitud y
comportamiento mostrado en el vídeo que realizara junto al “artista” que llaman El
Mayor.
Por: César Dalmasí
Desde mi particular visión y respetando a aquellos que piensen distinto a mí, creó que la supra indicada artista cometió un error que empaña y ensucia de forma muy fea su dilatada carrera artística como merenguera, toda vez que el hecho de que los artistas gozan de las llamadas licencias métricas, que le permite en términos del lenguaje desdoblarse y utilizar palabras, frases y expresiones distorsionadas que le permitan una mejor rima.
Hay que recordar que a pesar de ésas licencias existen códigos, conceptos y normas generales que necesariamente tienen que ser tomadas en cuenta al momento de una actuación artística, por lo tanto es obvio que el artista tiene que actuar sin el menoscabo de esos preceptos que son inherentes a la condición humana y me refiero específicamente a la moral y a la dignidad.
Quien escribe no pretende jamás dar lecciones de moral a nadie (aunque me sobra condición para hacerlo), sin embargo sí quiero que el mismo lector juzgue y ponga cada cosa en su justo lugar y para ello veamos una simple definición de moral y de dignidad y así sabremos si la Vieja Fefa como cariñosamente la llaman cometió algún atropello a estas dos condiciones humana.
La moral no es más que el conjunto de preceptos y valores que norman la vida en la sociedad, mientras que la dignidad podría definirse como aquella cualidad que es consustancial o inherente al ser humano, o sea, es la condición que hace valer al ser humano, ahora bien si la persona o el ente humano propiamente dicho no lo hace valer, lo atropella y pisotea entonces esos valores se pierden.
De manera que está muy claro que la moral y la dignidad para que no pierdan su esencia y valor, el ser humano tiene que socialmente comportarse con responsabilidad, seriedad y con respeto así mismo y hacia los demás sin provocar hechos o acciones humillantes y denigrantes y esto vale para todo el ente humano que vive en sociedad sin importar la posición dentro de esa sociedad.
Y no ha de olvidarse que las personas que son públicas y que pueden ser el prototipo a seguir por muchos, estos por su condición de vida pública, como artistas, políticos o líderes en cualquier área, son quienes tienen que ser más cuidadosos y respetuosos que la llamada gente común.
Siento así sin lugar a dudas la Vieja Fefa, atropelló, golpeó y obvió tanto la moral como la dignidad y, por cierto que muchos de quienes hoy la crucifican han cometido los mismos o peores atropellos a la moral y a la dignidad y lo peor es que usted lo puede ver en cualquier esquina, en la radio, televisión, redes sociales y otros medios hablando de lo que ellos mismos carecen.
Y quiero que quede bien claro, que rechazo con toda mi fuerza esa conducta reprochable que muestra la artista en el tristemente célebre vídeo, sí porque aunque para muchos la dignidad y la moral andan de vocaciones para otros como yo éstas cualidades siempre tendrán su valor.