El funcionario trazó las pautas que regirán su gestión al frente de la institución estatal y pidió la colaboración de todos los funcionarios.
El ministro de Cultura Eduardo Selman, se reunió con los viceministros, directores generales, directores y encargados de los distintos departamentos del Ministerio de Cultura, a quienes instó trabajar con entusiasmo en sus respectivas responsabilidades.
El personal fue reunido en la Sala Aída Bonnelly de Díaz del Teatro Nacional, donde el ministro expresó sus intenciones de trabajar en armonía, al exponer el criterio de que el Ministerio de Cultura no lo hace solo el ministro, sino todo su personal.
Selman, quien asumió el cargo el 9 de mayo, llegó a las 3:00 en punto al lugar, hora para la cual fue convocada la reunión, y de inmediato subió al pódium, desde donde se dirigió a los presentes.
“Este debe ser un encuentro fraternal, sincero, debe ser honesto, debe ser un encuentro de colaboradores y compañeros de trabajo, porque eso es lo que yo me siento ser”, dijo el funcionario.
El funcionario se definió como un hombre afortunado, exitoso, en su profesión de arquitecto, como empresario, político, padre y amigo, y agregó que no pretende que su gestión como ministro de Cultura sea un fracaso.
“De modo que, todo esto que les digo es para que sientan que yo soy un ser humano igual que ustedes; pero para mí cuenta mucho la relación personal. Si hay algún inconveniente o una dificultad lo mejor es tratarlo y decirlo, pero no hacer de eso un tema para criticar o para fomentar disgusto”, destacó.
Exhortó a los funcionarios que cualquier dificultad que encuentren en sus funciones es de fácil solución: “solo tenemos que conversarlo y discutirlo. Siempre tengan presente que me voy a ir por el lado institucional y por el lado de la razón, nunca voy hacer de otra manera”.
“Estoy diciéndoles esto para que ustedes capten un poquito mi forma de ser, de pensar y actuar. Trataré siempre de manejarme como les estoy hablando, pero no me gustan los chismes, las habladurías y las traiciones, porque no tengo temperamento para eso, si tengo que soportarlo, me voy”, manifestó el nuevo ministro de Cultura.
Aagregó que junto al funcionariado tiene a manos la posibilidad de hacer algo que todavía está en proceso: hacer del Ministerio de Cultura una institución exitosa. Eso pese a que el presupuesto no es suficiente para lo que quiere hacer desde esta institución: “pero es lo que tenemos, y con eso tenemos que manejarnos. Desde luego, sé que soy un buen interlocutor frente al presidente y en la medida que sea posible trataré de conseguir de él, que nos ayude, sobre todo en metas y objetivos importantes para la nación”.
Manifestó que su compromiso y el del resto de funcionarios debe ser que el Ministerio de Cultura funcione como una entidad eficiente: “una entidad que va a multiplicar lo que recibe del propio pueblo, porque los recursos que el presidente nos asignó son los fondos que paga el pueblo a través de los impuestos”.
“No será posible que yo solo, desde un despacho, pueda alcanzar los logros y metas que tenemos como ministerio, como colectividad al servicio del pueblo. Vine a pedirles que nos ayuden, que sean parte del ministerio, que cada entidad o institución sepa que tiene en mí a un aliado”, manifestó.
Por igual, dijo que: “no es posible que cada una de las entidades que conforman el Ministerio de Cultura ande por su lado” y advirtió que “hay una sola dirección y está en mis manos, con la colaboración de cada uno de ustedes”.
“Les pido a ustedes que siempre tengan los oídos bien abiertos y la vista abierta si se puede decir así, para que podamos, juntos, hacer el mejor Ministerio de Cultura que haya tenido la República”.
Entre los asistentes a la reunión estuvieron los viceministros Federico Henríquez Gratereaux, Carlos Santos, Carlos Cayo Espinal, Oscar Holguín Veras, además y la directora del Gabinete ministerial, Ellen Martínez, el director de Bellas Artes, Félix Germán, Ruth Herrera, directora general de la Feria del Libro y Niní Cáffaro, director del Teatro Nacional, entre otros.