Fueron los Expos (ahora los Nacionales de Washington) que firmaron al dominicano como profesional, que lo desarrollaron y que lo vieron florecer como jugador a nivel de Grandes Ligas de 1996 al 2003. Pero por más que haya hecho Guerrero a nivel individual en Montreal, la oportunidad de ganar y participar en los playoffs con los Angelinos-equipo por el que jugó del 2004 al 2009-fue el factor determinante en su decisión de ser el primer exaltado al Salón en la historia con una gorra del club de Anaheim en su placa.
«Sé lo que representó», dijo Guerrero en enero acerca de su tiempo en Anaheim, tras ser elegido al Salón. «Sé lo que representa ahora y lo que representan todos esos triunfos cuando estaba yo con los Angelinos».
Sus números vistiendo el uniforme de los Expos fueron un poco mejores que los que produjo con la franela de los Angelinos. Pero la diferencia fue bastante discreta.
En 1004 partidos con Montreal, el oriundo de Don Gregorio, Nizao puso una línea ofensiva de .323/.390/.588 (OPS de .978) con 234 jonrones, 702 empujadas y 123 bases robadas, además de un OPS ajustado (OPS+) de 148.
Participando en 846 encuentros por los Angelinos, Guerrero tuvo .319/.381/.546 (OPS de .927) con 173 cuadrangulares, 616 impulsadas, 52 robos y OPS+ de 141.
La diferencia no fue tanto a nivel individual, sino colectivo. Aun estando en diferentes momentos en Montreal con compatriotas como su propio hermano Wilton, el manager Felipe Rojas Alou, Pedro Martínez y Bartolo Colón-entre muchos otros-la sensación de ganar fue otra en Anaheim. En sus seis años con el equipo californiano, Guerrero ayudó a los Angelinos a alcanzar la postemporada en cinco ocasiones, incluyendo dos participaciones en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
«Nunca voy a olvidar esos siete años en Montreal», dijo Guerrero al principio del 2018. «Fueron años bien especiales para mí. Luego llegué a los Angelinos y viví los triunfos. Montreal me preparó para eso. Luché mucho con esta decisión, porque para mí significa mucho el pueblo canadiense».
LA HUELLA QUE DEJÓ EN ANAHEIM
Cuando Guerrero se fue de los Angelinos vía la agencia libre en el invierno del 2009-10, era el líder de la franquicia de todos los tiempos en slugging, OPS, OPS+ y porcentaje de ganados y perdidos ofensivo (.662), superado desde entonces en dichos departamentos por el estelar Mike Trout. El quisqueyano sigue siendo el líder en promedio vistiendo el uniforme de los «Serafines» con .319. Su porcentaje de embasarse de .381 en Anaheim lo coloca cuarto en los anales del equipo.
«Veo a Vladi y es el premio por todo ese trabajo duro», dijo en enero el propietario de los Angelinos, Arte Moreno, quien tenía menos de un año como dueño del club cuando autorizó el contrato de cinco años y US$70 millones que se le otorgó a Guerrero en el invierno del 2003-04.
MUCHOS NOMBRES, PERO LA PRIMERA GORRA ANGELINA
Hay bastantes nombres de superestrellas y exaltados al Salón de la Fama que han brillado con los Angelinos. Pero por diferentes motivos, han ingresado a Cooperstown con gorras de otros equipos.
Cuando se habla de Nolan Ryan (cuyos mejores tiempos fueron en Anaheim), el panameño Rod Carew, Reggie Jackson, Dave Winfield, Rickey Henderson y Bert Blyleven, entre otras luminarias, son muchos los recuerdos con los Angelinos pero con otras franquicias también. En el caso de Guerrero, son dos: Expos y Angelinos.
Por eso es que el primer jugador de posición dominicano en el Salón de la Fama tuvo que ponderar tanto su decisión.
«Veo a los fanáticos, porque hemos contado con algunos jugadores bien buenos en Anaheim», comentó Moreno. «Ver a alguien vestir nuestros colores (entrando al Salón) va a ser un momento de mucho orgullo para nuestros fans».