Jennifer Lawrence nunca ha sido exactamente una belleza de infarto, sin embargo su talento y su sencillez parece hacerle atraer la atención de todos. Esta joven actriz marcada por una vida llena de precariedades, ha sabido pisar firme en las escaleras ascendentes hacia la industria cinematográfica, que hoy la ubica entre las estrellas mejor pagadas del séptimo arte.
Lawrence no es de esas chicas que no se dejan ver sin maquillaje, de hecho encontrarse con ella por las calles de Los Ángeles, sin una pizca de maquillaje es algo normal. Y es que la estrella se muestra regularmente hasta entrevistas y eventos de promoción completamente al natural.
Esta chica denota una seguridad única y una sencillez propia de las grandes figuras, que han pasado momentos difíciles, pero han sabido mantenerse a flote luchando por lograr cada una de sus metas.
Los inicios de Jennifer Lawrence en el mundo cinematográfico no fueron fáciles. La actriz mejor pagada del mundo con unos ingresos de 46 millones de euros, según la revista Forbes, tuvo que buscarse la vida cuando llegó a Nueva York desde su natal Louisville, teniendo serias dificultades económicas.
La protagonista de Joy no ha olvidado esta etapa, y de hecho habla con total franqueza sobre sus momentos más difíciles. «Me criaron las ratas y eso te hace más fuerte. Llegué a un punto en el que literalmente compartía mi comida con ellas. No tenía nada de dinero», recuerda Lawrence.
Según la actriz, al principio si había una rata en su comida la tiraba, pero llegó un momento en el que empezó «a cortar solo alrededor del agujero que se había comido la rata». La actriz asegura que finalmente «compartió» su comida con estos animales. «No tenía dinero», asegura la chica en la entrevista concedida a «The Sun».
Al parecer, cuando llegaba la noche, las ratas se adueñaban del apartamento de Lawrence. «No podía ni siquiera ir al baño», afirma.
Las penurias de la actriz fueron compartidas por su familia, la cual supuso un apoyo imprescindible para lograr alcanzar sus objetivos cinematográficos.