Aunque han sido bautizadas con este nombre, las habichuelas son también conocidas popularmente con los nombres de judías, fabas, porotos o habas; y a su vez con otros nombres no tan populares, como por ejemplo mongotes o caraotes.
las habichuelas son especialmente ricas en proteínas, vitaminas (sobretodo vitaminas del grupo B), minerales (magnesio, potasio, calcio, hierro y zinc), fibra y aminoácidos. Destacan también por su contenido en ácido fólico, de forma que su consumo está aconsejado en embarazadas.
El consumo regular de habichuelas está recomendado en personas con diabetes, ya que ayudan a retrasar y regular la absorción de azúcares en el organismo.
Gracias a su bajo contenido graso, y por tanto calórico, las habichuelas están recomendadas en dietas bajas en grasas y de adelgazamiento, al limitar tanto la acumulación como la formación de grasas.
Las abichuelas aportan un interesantísimo efecto diurético, beneficio que se traduce en que ayudan a evitar la retención de líquidos.
Además de su beneficio diurético debemos sumarle una virtud depurativa, lo que las convierte en unas legumbres ideales para ayudar a nuestro organismo a eliminar las toxinas que no necesita.