Con motivo de celebrarse hoy el Día internacional de la Mujer, el Rector de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) y obispo auxiliar de Santo Domingo Norte, monseñor Jesús Castro Marte, envía un mensaje con motivo del Día internacional de la Mujer: “debe apoyarse más a la mujer, con programas sociales que garanticen su vida como ser digno en la sociedad”.
Castro dijo que haciendo honor a la valentía de la mujer madre, la mujer trabajadora, la mujer cabeza de familia, esa que es en un solo ente, un ser multidimencional, que valientemente asume los roles tradicionales y no tiene temor a adaptarse a los cambios de esta sociedad que nos exige tanto.
“Desde las zonas rurales y los espacios citadinos se palpita una juventud que sueña y aspira a más, anhela empoderamiento, una adultez que es hacedora y una vejez que sigue siendo el centro de estabilidad e identidad de la familia . Vemos en la mujer Dominicana el rol tradicional del soporte maternal, el liderazgo de la familia y la lucha por mayor empoderamiento”, enfatizó el rector.
Monseñor informó que hoy observamos, como la mayoría de las matriculas de los centros de altos estudios y egresados, están constituidos por mujeres y se puede observar estadísticamente que la población laboral está siendo constituida mayoritariamente por mujeres, notamos como el grueso de la matrícula en especialidades académicas es realizada por mujeres, hay evidentemente en ellas un empoderamiento político, liderazgo social y mayor acceso al crédito financiero, en especial el microcredito, sin embargo los puestos de liderazgo en el mundo laboral y las diferencias salariales, aún indican falta de equidad.
El rector recalcó que en esta época en que estamos abogando por la equidad de género, mejoras e igualdad salarial, en que existe una comparación de géneros que afecta a la mujer, vemos como se transforma la sociedad, no sólo por las exigencias naturales que significan la dignidad de la condición humana, sino por cambios de factores económicos, que obligan a las familias y a la mujer desprenderse de su rol específico y tradicional de la crianza, debe apoyarse más a la mujer, con programas sociales que garanticen su vida como ser digno en la sociedad.
Vemos en comparación a medio siglo atrás, como los roles de los padres han cambiado en occidente, obligando a la mujer asumir un rol de proveedor a veces, sin las guarderías o centros de cuidado para bebés e infantes.
Esta realidad va en detrimento de la clase media y baja, en especial aquella que se desarrolla en la zona urbana de nuestro país. Pedimos que las guarderías y centros para cuidado y atención de infantes sean consideradas un soporte fundamental para la estabilidad laboral de la mujer y la familia, que estos centros sean considerados como parte de estrategias de políticas públicas para favorecer a la mujer.