Gisselly A. Díaz Sánchez ondeó la bandera dominicana el pasado 27 Febrero durante su travesía de velero por 35 días hacia Antártida
Nacida en Santo Domingo, Gisselly A Díaz Sánchez embarcó el velero Kotik en Ushuaia, Argentina el pasado mes de febrero. Este viaje de 35 días a Antártida contó con la compañía de 8 personas de diversas nacionalidades. Llegar a Antártida navegando requiere cruzar durante 3 días el paso de Drake, un lugar temido por sus bravas olas y fuertes vientos. “Las memorias del Drake se apaciguan en el momento que llegas al continente blanco”, así nos cuenta Gisselly.
Antártida es un territorio inhóspito, de temperaturas heladas y enormes bloques de hielo. Cada verano, a partir de diciembre, recibe su mayor cantidad de visitantes. El continente se activa en verano porque aumenta el tiempo de luz con atardeceres alrededor de las 9 pm, se descongela más canales navegables y nace las nuevas crías de especies como los pingüinos Adelie, Gentoo y Barbijo.
La península Antártica es la parte del continente más próximo a América del Sur. “Navegamos durante 3 semanas en la península de Antártida. Viajar a Antártida es una travesía introspectiva también. Sales del torbellino de las ciudades, navegas y cruzas el impetuoso mar de Drake, ¡Aha!… llegas a la calma y pureza de Antártida. Respiras el aire puro, escuchas el silencio y vislumbras una amplitud infinita. ¡Los animales son más curiosos aquí! A medida que pasaban los días fui conquistando agilidad de movimiento en el terreno nevoso y rocoso. Me sentí empoderada de enfrentar mis miedos y hasta experimenté un rápido chapuzón en el agua helada de 1C. ¡Claro seguido de un baño caliente! Al final, reflexiono cómo la curiosidad nos aproxima, en contraste que el miedo nos aleja. ” Así relata Gisselly.
Antártida es un continente sin población humana nativa. No hay bandera ni religión oficial. Ningún país puede reclamar soberanía sobre el territorio ni implementar bases militares, ni apropiarse de los descubrimientos científicos. Así fue estipulado en el Sistema del Tratado Antártico (ATS) en 1961. Por el momento, solamente 53 países han firmado este acuerdo que gobierna y protege a Antártida. El futuro del Tratado Antártico tendrá más desafíos debido al auge de los intereses mineros y comerciales del Océano Antártico y el continente. Lamentablemente, la República Dominicana no forma parte de este Tratado y actúa distante en su rol con el medio ambiente.
Para terminar, Gisselly comenta sus vivencias sobre el consumo consciente. “Vivir en el barco, aumentó mi atención a los recursos que se consume diariamente. Con respecto al agua y energía, tomamos baño cada 2 días con agua caliente. Al momento de reabastecer el agua en el barco, duramos una semana hasta encontrar una fuente suficiente de agua, gracias a nuestro experto capitán Igor Bely. Sobre la basura, los desechos inorgánicos (plásticos, vidrios, papel, etc.) y los de comida se guardaban para regresarlos al puerto de origen y no contaminar el hábitat de Antártida. No queríamos dejar nuestra marca ni invadir, y sí armonizar con la naturaleza. Todo comienza al nivel individual con nuestras acciones diarias. Las acciones creativas nos empoderan. Pienso que expandir la consciencia entre cuánto se consume y cuánto se recicla, en nuestro país, puede ser un buen punto de partida.”.
Nuestra compatriota exhibió los colores de la tricolor celebrando el 27 de Febrero en el Port Charcot. El día 14 de marzo concluyó exitosamente los desafíos de la expedición regresando al puerto de partida en Ushuaia. Actualmente reside en el caluroso Rio de Janeiro.