Con el firme propósito de motivar a las empresas a invertir en el desarrollo del potencial de la niñez como una buena estrategia de negocios, la Vicepresidencia de la República organizó una conferencia a cargo del experto internacional Marco Sotelo, asesor temático regional en materia de empresas y derechos de niños, niñas y adolescentes para América Latina de Save the Children.
La ponencia “Principios Empresariales y Derechos de la Niñez: empresas dominicanas comprometidas con la protección de la niñez y adolescencia”, efectuada en el Salón Verde del palacio Nacional, estuvo encabezada por la vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño; la directora ejecutiva de Save The Children, Alba Rodríguez; y la subjefa de misión de la embajada británica en el país Elizabeth Venn.
Durante su presentación, Sotelo cubrió un amplio abanico de temas claves, desde las peores formas de trabajo infantil, prácticas de marketing o publicidad, el papel de las empresas a la hora de proporcionar ayuda a los niños y niñas afectados por desamparo, hasta los principios corporativos para defender los derechos de la infancia en las políticas y las medidas que pueden tomar para avanzar en el ámbito de estos derechos.
Abordó los Diez Principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas en materia de derechos humanos, trabajo, medioambiente y anticorrupción, los cuales gozan de consenso universal. El quinto se refiere al papel de las empresas en la erradicación del trabajo infantil.
La ponencia se basó en la iniciativa mundial “Los Derechos del Niño y Principios Empresariales”, la cual guía a las empresas en relación con las acciones que estas pueden tomar para respetar y promover los derechos de la niñez y la adolescencia a través de sus áreas de negocios.
Mientras que la subdirectora del programa Progresando con Solidaridad (Prosoli), Claudina Valdez, puntualizó que la Vicemandataria combate la pobreza y la desigualdad desde una perspectiva de derechos y en todo el ciclo de vida, con la premisa de que eliminar ese flagelo no es solo cuestión de ingresos, sino de derechos. Sostuvo que se debe garantizar el acceso a salud, educación, ambiente digno para la igualdad de oportunidades, y desde esa visión los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a crecer en un entorno que garantice su supervivencia y desarrollo.
“Este evento se enmarca en el reconocimiento de que la infancia es un período único de desarrollo físico, sicológico y emocional durante el cual la familia, la sociedad entera ejerce la noble responsabilidad de cuidar de cada uno de esos niños y niñas; y desde esta visión apoyar los derechos de la niñez y la adolescencia no solamente es moralmente correcto, es sustentado por todas las normas internacionales y nacionales. La integración del respeto y el apoyo a los derechos de la infancia es mucho más que una opción. Para las empresas y para el Estado es una responsabilidad”, resaltó.
En tanto que la subjefa de misión de la embajada británica sostuvo que el compromiso de los gobierno dominicano y británico se evidencia en una serie de proyectos que han realizado conjuntamente, como el hecho de que República Dominicana se uniera recientemente a una alianza que permite, junto a Unicef y Plan Internacional, la implementación en el país de un proyecto destinado a combatir la explotación y abuso sexual infantil en niñas; además de la iniciativa realizada con Save the Children de proteger los derechos de la niñez en la cadena de producción de cacao.
“Es esencial asegurar que los derechos de los niños, niñas y adolescentes sean protegidos y que no sean violentados de ninguna manera. Esto está completamente en sintonía con los valores que conjuntamente compartimos la República Dominicana y el Reino Unido, y va en línea con los derechos englobados en la Carta de las Naciones”, manifestó tras asegurar que para su nación es un honor colaborar con la Vicepresidencia y con Save the Children.
De su lado, Rodríguez puntualizó que en el 2012 Save the Children, Unicef y el Pacto Global desarrollaron los Principios Empresariales y Derechos de la Niñez que ha servido para que múltiples empresas la integraran total o parcialmente en sus operaciones para el beneficio de los menores de edad.
“Para las empresas los beneficios de incorporar esos principios pueden medirse a nivel financiero, a nivel legal, reputacional, incluso de innovación. Sin embargo, la mayor ganancia es convertirse en un ejemplo social de agentes de cambio y desarrollo”, subrayó.