Durante el inicio de cada año, crece la preocupación entre las personas, por perder esos kilos de más. Existen píldoras y dietas “milagrosas” que prometen una rápida pérdida de peso. Sin embargo, esto puede ser muy peligro para la salud.
Si te encuentras con productos o dietas que prometen una pérdida de peso mayor de 1kg a la semana, puedes estar seguro de que una parte del peso perdido será a costa de tus músculos y que las posibilidades de un efecto rebote se multipliquen.
La grasa corporal, que frecuentemente queremos eliminar, se “quema” en el músculo; si perdemos masa muscular, perdemos capacidad de quemar grasa. Incluso podemos vernos delgados, pero tener un porcentaje de grasa muy alto y poco saludable.
Al disminuir demasiado las calorías (dietas de menos de 1000 calorías o menos), el cuerpo entra en un estado de “ahorro”: lo poco que recibe, lo aprovecha al máximo. Luego, cuando volvemos a comer “normal” o como antes, todo lo asimila mucho más y recuperamos el peso perdido o incluso ganamos más, lo que es el consabido efecto yo-yó.
La mayoría de estas dietas son restrictivas, no sólo en cuanto a macronutrientes, sino que también limitan los alimentos que podemos consumir o nos permiten una cantidad muy limitada. Y frecuentemente hablan de alimentos permitidos y prohibidos.
Suelen limitar o casi eliminar uno o dos macronutrientes, por lo general, hidratos de carbono o grasas. De hecho, algunos ofrecen (venden) productos o suplementos alimenticios como parte de la dieta.
Recomiendan consumir suplementos de micronutrientes (vitaminas, minerales, omega-3, antioxidantes, etc.), los cuales no deberían ser recomendados sin considerar el estado de salud de cada persona. Además, siempre será mucho más beneficioso consumir los nutrientes como parte de los alimentos, no en cápsulas, gotas, etc.
Cambiar de habito y estilo de vida
Lo más importante a la hora de tomar la decisión de bajar de peso, es cambiar de habito, tener disposición de asumir un nuevo estilo de vida.
La idea es comprometernos y ser conscientes de lo que debemos modificar, pero también disfrutar el proceso y hacerlo un nuevo estilo de vida; dejar de contar calorías y empezar a apreciar los alimentos por ser naturales, por su sabor y por lo que nos aportan nutricionalmente.
Aunque de una forma menos rápida, veremos los cambios en nuestro cuerpo. No sólo serán menos kilos, si no también más energía, menos sueño, mejor estado de ánimo, digestión, etc.