Cada año se diagnostican en el mundo aproximadamente 300,000 nuevos casos de cáncer infantil, siendo esta enfermedad una de las principales causas de muerte en niños entre 0-19 años, expresa la radioterapeuta Mirvia Abreu Hernández, del Centro de Radioterapia Integral RADONIC.
Pese a esto en las últimas décadas la sobrevida de cáncer infantil en países desarrollados ha aumentado progresivamente reportándose tasas aproximadas de 80% a 5 años, principalmente en leucemias con nuevos tratamientos, lo cual plantea un aumento en el número de sobrevivientes.
Por el contrario en países en desarrollo la sobrevida del cáncer infantil permanece en un 20% por el acceso a médicos y tratamientos oncológicos limitados.
De acuerdo a la especialista los tipos de cáncer que se desarrollan en niños frecuentemente son diferentes a los casos de adultos, éstos no se relacionan fuertemente con factores ambientales o al estilo de vida, y sólo un porcentaje de los casos reportados está causado por cambios hereditario del ADN pasado de padres a los hijos.
Los niños expuestos a radiación (ambiental o por accidentes radiactivos) están más relacionados a leucemias, linfomas y cáncer de tiroides, explica la Dra. Abreu.
El cáncer infantil comprende numerosos tipos de tumores, algunos son característicos de infantes y otros de adolescentes, siendo los diagnósticos más comunes: leucemias, tumores cerebrales, linfomas, neuroblastoma, tumor renal, tumores de células germinales, sarcomas y otros.
Las tasas de sobrevida varían de acuerdo al tipo de cáncer, siendo la leucemia linfocítica aguda, la que ha demostrado cambios más dramáticos en la sobrevida; otros tumores varían en sobrevida según la edad o el estadio en que se presente al diagnóstico.
Los padres, cuidadores y familiares que están a cargo de los niños deben estar atentos a los síntomas descritos a continuación para que consulten de inmediato y puedan descartar cualquier anomalía, algunos de estos signos pueden ser: inflamación o masa inusual, cambios inexplicables de coloración de la piel, falta de energía, hematomas espontáneos, dolor continuo en una área, trastornos al caminar, fiebre o sudoración nocturna, dolor de cabeza frecuente asociado a vómitos, cambios en el ojo o la visión, pérdida de peso súbita e inexplicable, señala la experta.
Muchos de los signos y síntomas de cáncer infantil no son exclusivos para el cáncer, pero ante la persistencia de los mismos es necesario consultar con el pediatra.
El diagnóstico temprano y preciso es el objetivo principal en el manejo del cáncer pediátrico, que conlleva a un incremento en la sobrevida, mejoría de pronóstico y reducción de efectos secundarios o efectos tardíos provocados por los tratamientos.
Desafortunadamente, el 80% de los diagnósticos se realiza en países de mediano y bajos recursos en estadios más avanzados o mal diagnosticados, porque los síntomas pueden pasar desapercibidos o no ser reconocidos.
Existen iniciativas a nivel nacional e internacional para concientizar sobre el cáncer infantil y mejorar el diagnóstico temprano, como son Fundación Amigos contra el Cáncer Infantil (FACCI) y Voluntariado Jesús con los Niños (VJCN), que cada año realizan campañas para ayudar en los tratamientos de niños diagnosticados con cáncer y campañas para concientizar un diagnóstico temprano.