Se trata de la droga experimental llamada Ruxolitinil (o Ruxolitinib) aplicada a ocho pacientes que evitaron la terapia intensiva y respiran autónomamente.
El Ruxolitinil es un fármaco utilizado con pacientes hematológicos.
Italia se ha convertido en el más importante laboratorio de experimentación de fármacos utilizados en otras enfermedades.
Y es que con su primado de más de 11 mil muertos y cien mil contagiados en Europa el país se convierte en la nación más golpeada por el virus.
El Ruxolitinil utilizado contra el rechazo del organismo durante el trasplante de médula, no sirve para curar el coronavirus, sino para salvar la vida de los pacientes.
El último caso, con resultados sensacionales, es el de ocho infestados por Covid-19 que recibieron el medicamento, con resultados asombrosos.
Los ocho padecían pulmonía intersticial que representa la fase más aguda de la acción del supervirus, que son entubados porque no pueden respirar autónomamente y en muchos casos se encuentran pronto al borde de la muerte.
El profesor Spartaco Sani, el hospital de Livorno, Toscana, uno de los especialistas en enfermedades infecciosas de la región, decidió jugar la carta del Ruxolitinil cuando vió el grave estado de sus pacientes, entre 28 y 72 años.
Sani explica que doce horas después de haberles suministrado el medicamento, los resultados fueron “completamente satisfactorios”.
Los pacientes respiraban autónomamente y siguen siendo tratados sin necesidad de entubarlos en Terapia Intensiva.
Si los experimentos confirman las bondades del fármaco, se abriría un horizonte promisorio: muchos pacientes lograrían curarse sin tener que ser destinados la terapia intensiva, con lechos escasos en toda Italia.