El consumo de cerezas nos ofrece múltiples beneficios, por sus aportes de vitaminas C, B1 y B6, hierro, betacaroteno, ácido fólico, potasio, magnesio, calcio fibras y en grandes cantidades antocianinas, ácido elágico y bioflavonoides. Su bajo contenido calórico (en 100 gramos hay tan solo 48 unidades de energía) las convierte en excelentes aliadas si queremos perder peso.
La cereza es producto del cerezo, árbol oriundo de Asia Menor y cuyo cultivo se popularizó en la costa del mar Negro, específicamente en la antigua colonia griega Kerasos (actual Giresun). Pertenece a la familia de las rosáceas, del género prunus (como el albaricoque, la ciruela y el melocotón) y llegó a muchos países gracias a las aves a las migraciones humanas.
Se le ha llamado “el súper fruto”, por incuestionable valor nutritivo y porque generalmente, las cerezas son toleradas por cualquier organismo humano, pero se recomienda que las personas que son propensas a los cálculos renales la consuman con mesura, por su contenido de ácido oxálico.
CONSUMIR CEREZAS NOS AYUDA FRENTE A LAS SIGUIENTES ENFERMEDADES Y TRASTORNOS:
Artritis, arterioesclerosis y reumatismo: Porque sus componentes funcionan como antiinflamatorios, depurativos y antioxidantes.
Cáncer: Su riqueza en bioflavonoides reduce la degeneración celular, por lo cual minimiza el riesgo de cáncer, principalmente del colon. El ácido elágico refuerza sus propiedades protectoras.
Diabetes: No solo disminuyen el riesgo de contraer esta enfermedad, sino que no perjudican a quienes ya la padecen, por su bajo índice glucémico.
Enfermedades del corazón: Porque sus abundantes componentes fenólicos resguardan el sistema cardiovascular y disminuyen el riesgo de angina de pecho e infarto de miocardio.
Insomnio: Contribuye a combatir los desvelos porque incluye abundante melatonina, una hormona que segrega la glándula pineal, la cual controla, entre otras cosas, el patrón de sueño.
Obesidad: Su aporte en lípidos y sodio es bajo, pero alto en fibras, agua y potasio, por lo cual produce un efecto diurético, laxante y saciante que corrobora con la pérdida de peso.
Trastornos hepáticos e intestinales: Ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre y su posible acumulación en el hígado; evita la formación de cálculos biliares y a la excesiva producción de gases.
PROPIEDADES COSMÉTICAS
También tienen propiedades cosméticas porque su consumo se refleja en una mejora en la piel, las uñas y el pelo; su antioxidantes ralentizan el proceso de envejecimiento y por contener carotenos nos permite adquirir un lindo bronceado y reducir la celulitis, al mejorar la microcirculación y la inflamación del tejido subcutáneo.