La cantante británica Adele acaba de confesar sus temores a la fama. La intérprete de “Hello” habló de cómo el éxito afecta a las relaciones personales.
«La gente cree que yo odio ser famosa, y no lo hago. Realmente estoy asustada. Creo que es realmente tóxico y pienso que es fácil ser arrastrada por la fama», aseguraba Adele a la revista Rolling Stone.
Con su nuevo disco, 25, Adele ha conseguido llegar al millón de descargas en Billboard en sólo una semana gracias a las descargas de su primer single.
La estrella de la música se refirió a la decadencia y el fallecimiento de la cantante Amy Winehouse.
«Ver a Amy deteriorarse es una de las razones por la que me asusta la fama», confesaba Adele a la publicación. «Yo estaba triste por eso, pero si alguien me mostraba una foto de ella con mala apariencia, yo la miraba igual. Si no las hubiésemos mirado, habrían dejado de hacerle fotos. El nivel de atención es realmente aterrador, especialmente si no vives en torno a esas cosas del espectáculo», hacía ver la intérprete.
La británica expresó que le gustaría tener a Rihanna en su «pandilla»: «¡Oh, Dios. Ella es la vida misma, ¿no? La quiero». Expresó.
Adele sigue empeñada en no dejarse llevar por las exigencias de imagen y los estándares de delgadez de la industria del entretenimiento y aseguraba que no enseñaría más su cuerpo si estuviera más delgada e incluso planteaba su aspecto físico, con más volumen del que suelen mostrar sus compañeras de profesión, como una ventaja: «Es fácil identificarse conmigo porque no soy perfecta, y creo que mucha gente se presenta como ideal, inalcanzable e intocable», dijo la cantante, que se definió como «una chica cualquiera de Londres».