La televisión dominicana perdió este miércoles a una de sus voces más icónicas. Socorro Castellanos, pionera de los programas femeninos, de familia y del hogar, falleció a los 84 años en su residencia, acompañada de sus seres queridos. El deceso fue confirmado por su amigo, el diseñador Leonel Lirio, quien resumió con una frase la fortaleza que la distinguió hasta el final:
“Ella dio la batalla, enfrentó el cáncer, pero este miércoles se nos fue”.
Castellanos murió tras complicaciones derivadas de un cáncer de pulmón que enfrentaba desde hace algún tiempo. Sus restos serán velados este jueves a partir de las 10:00 de la mañana en la iglesia Cristo Resucitado, en Puerta del Cielo, y recibirán cristiana sepultura a las 3:00 de la tarde.
Una vida frente a las cámaras
Nacida en Santiago de los Caballeros en 1941, Socorro inició su carrera en la radio y televisión en la década de 1960, abriendo camino en un medio dominado por voces masculinas. Su presencia firme, su dicción impecable y su mirada aguda le permitieron construir una trayectoria sin precedentes.
Produjo y condujo espacios como “Buenas tardes, a la orden”, en el Canal 4, y dejó huella junto a Freddy Beras Goicoen el emblemático programa “Punto Final”, transmitido por Color Visión. También fue figura destacada en programas como “Revista Eva”, “El Show del Mediodía”, “A buen tiempo” y “De noche”, todos ellos referentes de una televisión que comenzaba a encontrar su identidad.
“Compartir la conducción con ella fue uno de los premios más grandes que la vida me regaló”, expresó Tania Báez, quien reconoció públicamente a Castellanos como su mentora. Fue Socorro quien sugirió su nombre a Freddy Beras, abriéndole camino en Punto Final.
Su legado no se limitó a la pantalla chica. También brilló en la radio, en espacios como “Con los cinco sentidos”, por Estación 97.7 FM, y más recientemente en el programa televisivo “Socorro Castellanos a las 9”, transmitido por Televida, canal 41.
Más allá de la comunicación
A lo largo de su vida, Castellanos combinó su labor comunicacional con responsabilidades diplomáticas. Se desempeñó como embajadora de la República Dominicana en Cuba, demostrando una capacidad de servicio y representación que fue reconocida incluso en su retiro.
Como madre, crió a tres hijos: Willy, Johanna y Jimmy Pumarol Castellanos. En 2010, la vida la enfrentó al dolor más hondo con la muerte de su hija Johanna a causa del cáncer. De esa experiencia nació el libro “Johanna, mi hija”, una memoria íntima y valiente.
Le sobreviven sus hijos Willy y Jimmy, así como sus nietos Willy, Giancarlo y Gianmarco, herederos de una mujer que hizo historia con voz suave pero firme.
Reconocida y recordada
En diciembre de 2024, el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL) le rindió homenaje por su trayectoria, uno de tantos reconocimientos a una carrera construida con rigor, ética y sensibilidad.
La primera dama de la República, Raquel Arbaje, se sumó al duelo nacional con un mensaje que refleja el sentir colectivo:
“Lamento profundamente el fallecimiento de Socorro Castellanos, pionera de la comunicación dominicana, voz inolvidable y ejemplo de profesionalidad. Un abrazo solidario a su familia, colegas y a todo el país que hoy la despide con gratitud y admiración”.
Su legado
El comunicador Juan Carlos Albelo, estudioso de la historia televisiva, la definió con contundencia:
“Socorro es a la mujer en la televisión lo que Freddy, Yaki y Corporán fueron en los hombres. Su visión fue tan amplia que incluyó en sus programas a figuras como Leonel Fernández, Pablo McKinney, Wadys Jáquez. En sus contenidos abarcó casi todo”.
Socorro Castellanos deja un legado que trasciende los formatos y las épocas. Fue maestra, anfitriona, guía. Su voz se apagó, pero su eco quedará en cada set, en cada micrófono, en cada mujer que encuentre en la comunicación un espacio de expresión y libertad.