El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) ha anunciado hoy que prestará apoyo a un nuevo programa en la República Democrática del Congo dirigido a reducir la pobreza, aumentar la productividad y los ingresos, mejorar la seguridad alimentaria y nutricional y fomentar la resiliencia de más de 410 000 hogares de pequeños agricultores.
La República Democrática del Congo padece la segunda mayor crisis alimentaria del mundo, con 15,6 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria y 3,4 millones de niños que sufren malnutrición crónica. Teniendo en cuenta que los pequeños productores tienen que hacer frente al cambio climático y a la COVID‑19, cabe esperar que la inseguridad alimentaria aumente aún más en 2020. Esto constituye una amenaza para los medios de vida de millones de congoleses que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Para ayudar al país a abordar estos problemas, el Ministro de Finanzas de la República Democrática del Congo, Sele Yalaghuli, y el Presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo, han firmado por correspondencia el convenio de financiación del Programa de Apoyo al Desarrollo Rural Inclusivo y Resiliente (PADRIR).
Se invertirán USD 130,4 millones
Gracias a la dotación de USD 130,4 millones para este programa, se promoverán, por un lado, cultivos alimentarios como la yuca, el arroz y el maíz para desarrollar cadenas de valor resilientes al clima y, por otro lado, el maní, el caupí y la soja para reforzar la seguridad alimentaria y nutricional. Con el fin de diversificar los ingresos de los pequeños agricultores, en el marco del programa se fomentará la horticultura, la piscicultura, la cría de aves de corral, la apicultura y la cría de ganado.
“Hoy en día, el país se enfrenta a muchos desafíos —la COVID-19, el Ébola y múltiples conflictos— y estos están afectando a los medios de vida de los pequeños agricultores vulnerables”, ha afirmado Valantine Achancho, Director del FIDA en el País para la República Democrática del Congo. “El FIDA se ha comprometido a trabajar con el Gobierno para asegurar que las zonas rurales no queden rezagadas, y el Programa de Apoyo al Desarrollo Rural Inclusivo y Resiliente es un programa innovador e inclusivo con el que se abordará el problema de la pobreza rural de forma integral, prestando especial atención a las personas con discapacidad y al pueblo pigmeo. Además, se mejorará el acceso a la infraestructura económica y social básica en las zonas de intervención”.
Inclusión económica
Asimismo, se promoverá la inclusión económica de los pequeños agricultores y la agregación de valor a los productos agrícolas por medio de la elaboración. Se creará una infraestructura rural para apoyar la producción orientada al mercado y facilitar la distribución eficiente del excedente de producción de las pequeñas explotaciones agrícolas a los mercados, lo que permitirá a los agricultores vender más y mejorar sus medios de vida.