La contaminación ambiental se convierte en una amenaza creciente para la salud cardiovascular, según la cardióloga Claudia Almonte, del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades (CEMDOE). Esta preocupación se basa en estudios respaldados por la Federación Mundial del Corazón, la American College of Cardiology (ACC), la American Heart Association (AHA) y la Sociedad Europea de Cardiología, que indican que aproximadamente la mitad de las 6,7 millones de muertes registradas en 2019 estuvieron relacionadas con enfermedades cardiovasculares atribuibles a la contaminación del aire.
La exposición a la contaminación ambiental puede acelerar la aterosclerosis, un proceso que se caracteriza por el engrosamiento y acumulación de grasa en las arterias. La Dra. Almonte advierte que esto aumenta el riesgo de infartos y otras complicaciones cardíacas. «Las partículas contaminantes pueden ingresar a la sangre a través de los pulmones, dañar las arterias, provocar la formación de cóágulos y aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares (ACV)», explica el especialista. Además, la contaminación puede reducir la capacidad de dilatación de las arterias, provocar arritmias, aumentar el riesgo de cáncer, contribuir a enfermedades cardíacas isquémicas, provocar insuficiencia cardíaca e infecciones de las vías respiratorias, entre otros problemas de salud.
Es importante señalar que la contaminación del aire afecta de manera desproporcionada a personas con enfermedades respiratorias, personas mayores, aquellos con otros factores de riesgo cardiovascular y mujeres embarazadas, quienes pueden experimentar complicaciones de salud agravadas, el inicio de nuevas enfermedades o eventos adversos debido a la exposición al aire contaminado.
Ante esta preocupación, la Dra. Almonte brinda algunos consejos para reducir la exposición a la contaminación y mantener la salud cardiovascular:
- Evitar exponerse al tráfico intenso siempre que sea posible.
- Evaluar cuándo y dónde realizar actividades al aire libre, evitando áreas con alta contaminación.
- Incluir frutas y verduras en la dieta diaria para mantener el sistema cardiovascular saludable.
- Fomente el uso de bicicletas o caminar como medio de transporte.
- Abstenerse de fumar y evitar la exposición al humo de segunda mano.
- Las mujeres embarazadas deben evitar vivir en áreas con altos niveles de contaminación.
Es importante que tanto la población como las autoridades tomen medidas para reducir la contaminación ambiental y, así, proteger la salud cardiovascular de las personas, especialmente de aquellos en mayor riesgo. La conciencia y la acción pueden desempeñar un papel fundamental en la prevención de enfermedades cardiovasculares relacionadas con la contaminación ambiental.