Barranquilla, Colombia. El boxeo femenino dominicano aseguró dos medallas de bronce con Estéfani Almánzar y María Moronta, quienes ofrecieron sendas demostraciones de calidad en la segunda jornada del torneo de los XXIII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018.
Almánzar superó por franca decisión unánime a Tianna Guy de Trinidad y Tobago en la categoría de 51 kilogramos y tendrá opción a disputar la medalla de plata en su próximo combate.
Moronta fue todavía más contundente al dar una pela de puños a una rubia guatemalteca de ojos azules, Marie Kritschey, en la categoría de los 75 kilos, que puso a la quisqueyana en la órbita de los metales.
Almánzar se le encimó a su rival desde el inicio y conectó combinaciones al rostro, haciéndole retroceder. En el segundo y tercero cambió de estrategia y peleó a la riposta, siempre llevándose la mejor parte. En el segundo round la rival recibió un conteo de protección.
Moronta, de guardia zurda, ofreció un concierto de combinaciones, siempre al rostro de la guatemalteca con rasgos de británica, que encajó todo sin irse al piso, mostrando una gran resistencia. En el tercero recibió conteo de protección.
Robo descarado
Aunque hizo los méritos necesarios para obtener la victoria, el zurdo de los 81 kilos Luis Georges fue víctima de una decisión dividida3-2 a favor de Osmar Bravo, de Nicaragua.
“No sé cómo me ganó, si ni me topó por la cara, pero los jueces tienen el control”, expresó Georges, previo a exhalar la misma sonrisa que mostró cuando escuchó la sorprendente decisión, rechazada por parte del público. Los narradores de la transmisión oficial señalaron que el dominicano debió ganar por 5-0.
“Fue una barbaridad. Nadie que vio la pelea puede decir que ese muchacho no ganó”, reaccionó el delegado quisqueyano del boxeo Rubén García, quien acotó que hay quienes no quieren ver avanzar a República Dominicana, porque tiene tremendo equipo.
Una tercera peleadora criolla, Miguelina Hernández, fue superada con amplitud por Kathy Esquivel, de Nicaragua, en 51 kilos. Fue enviada dos veces a la lona en el primer asalto.